Publicada
Actualizada

El Ministerio de Defensa ha decidido apartar desde este lunes a dos de los mandos a los que investiga la justicia en el caso Cerro Muriano, la tragedia durante unas maniobras en la brigada Guzmán El Bueno en la que fallecieron ahogados el soldado Carlos León y el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar.

Concretamente, así lo dispone este lunes la publicación del Boletín Oficial del Ministerio de Defensa. En él se detalla este lunes el cese en funciones del teniente de infantería Tato y del comandante Velasco, dos de los encausados en el caso Cerro Muriano.

Ambos han sido cesados en sus cargos en el Regimiento de Infantería de La Reina 2, que forma parte de la Brigada 'Guzmán el Bueno' X, en la Base de Cerro Muriano (Córdoba), tal como pidió el abogado Luis Romero, defensor de la familia de uno de los soldados muertos.

La medida ha entrado en vigor desde este mismo fin de semana, desde el 13 y el 14 de junio respectivamente.

Los abogados que defienden a las familias del soldado Carlos León y el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar habían solicitado también los ceses del capitán y del teniente coronel encausados también por su presunta responsabilidad en los hechos.

Fuentes del caso detallan a EL ESPAÑOL que se espera que Defensa los cese en los próximos días, algo que ya se está barajando.

Investigación

El sumario del caso recogía la investigación de la Guardia Civil sobre los hechos, y detallaba una escena de caos y gritos en las aguas del lago de Cerro Muriano a primera hora de la mañana del 21 de diciembre de 2023. "¡Que se están ahogando!", gritó otro soldado. "¡Se te está ahogando un por allí, otro por allí!", chilló otro, según el relato recogido por la Guardia Civil.

Tal y como reveló ese mismo día este periódico, la maniobra, el cruce de un lago artificial de agua helada, en la que murieron los dos militares, se hizo sin "línea de vida" y sin una ambulancia cercana. Por protocolos internos de las Fuerzas Armadas, son dos elementos necesarios para garantizar la seguridad en ejercicios de riesgo.

"Llevaban toda la semana diciendo que nos iban a mojar. Por lo visto nos querían meter en el agua anoche. Al final ha sido esta mañana. Vaya tela, la necesidad que había de meternos en el pantano". Ese era uno de los testimonios recabados tras la tragedia y que apuntaban ya a mandos del Ejército de Tierra en ese destacamento por lo ocurrido.

Según esos testimonios, se tomó una decisión, la de que los soldados se introdujeran en un embalse a cero grados, en condiciones extremas, sin  las garantías suficientes.

Los audios publicados por este diario fueron luego corroborados en sede judicial y respaldados por las testificales que han propiciado la imputación de distintos mandos de ese regimiento.

En abril del año pasado, Defensa cesó al capitán Zúñiga, que estaba al frente de aquella trágica maniobra. La cuerda que cruzaba el lago, llamada "línea de vida", estaba instalada, pero se advirtió al capitán de que estaba destensada.

Sin embargo, Zúñiga permitió que se quedase como estaba porque si se tensaba mucho más estaría "muy alta". La cuerda, debido al peso de los soldados, acabó cediendo, dejándoles sin "línea de vida". 

El resultado del día fue el que ya se conoce: dos muertes y varios casos de hipotermia. El capitán Zúñiga también admitió que no era la primera vez que dirigía una maniobra que no contaba con una línea de vida y ninguna ambulancia, según recoge el sumario del caso al que tuvo acceso EL ESPAÑOL