El Departamento de Seguridad Nacional ha presentado este jueves un informe en el que se señala a China como uno de los principales agentes que utilizan la desinformación como elemento desestabilizador en el mundo, junto a otros países como Rusia e Irán.
La investigación recoge los trabajos de 2024 del Foro contra las Campañas de Desinformación, publicado por el órgano que asesora al presidente del Gobierno.
Esta presentación se produce el mismo día en que Pedro Sánchez aterrizaba precisamente en Pekín, en su visita oficial a Xi Jinping.
En su gira asiática, el presidente viene divulgando que Europa debe cambiar su mirada hacia China y está convencido de que, en este sentido, España puede jugar "un papel de constructor de alianzas más equilibradas" entre ambas partes.
El informe presentado este jueves en la Escuela Diplomática, en Madrid, ha reunido a un nutrido grupo de asesores de Moncloa en materia de seguridad y defensa.
Frente a la amenaza de la desinformación, el Gobierno viene fomentando desde hace dos años este foro que realiza anualmente una investigación sobre la materia, dando cuenta de los factores más relevantes a nivel nacional e internacional sobre cómo las noticias falsas afectan a la seguridad nacional y desestabilizan.
Uno de los capítulos recoge las tácticas, técnicas y procedimientos de diversos actores extranjeros, entre ellos, los Estados de Rusia, China e Irán, para desarrollar campañas de manipulación e injerencia en la información.
Los especialistas que lo elaboran ponen el foco tanto en las estrategias de monetización como en los recursos económicos desplegados para sufragar esas campañas.
El informe define la desinformación como "el gran músculo de Pekín en la nueva Guerra Fría". Con ella, "Pekín busca maximizar el alcance de los contenidos sesgados o falsos a favor del Partido Comunista Chino".
Los analistas concluyen que el gigante asiático "utiliza su poder económico para expandir su influencia a través de la desinformación". Y añade: "Invierte en medios de comunicación estatales y plataformas digitales para difundir propaganda y controlar la narrativa".
Además, el informe asegura que China ha intensificado su estrategia de desinformación desde la pandemia de covid y que está reforzando su influencia, entre otros métodos, "mediante la cooptación de voces en redes sociales para mejorar su imagen en el extranjero".
Esas campañas de desinformación "se han centrado en amplificar narrativas favorables al gobierno y en desacreditar a los críticos, tanto a nivel nacional como internacional".
En el dosier se señala a China Media Group (CMG) como el principal aparato de noticias del Partido Comunista Chino (PCCh), un medio que opera en vídeo y radio. Formado en 2018, CMG está compuesto por China Central Television (CCTV), CGTN, China National Radio (CNR) y China Radio International (CRI).
"CMG ha financiado asociaciones con medios y periodistas extranjeros para ampliar su alcance y promover narrativas favorables a China. Pekín también ha trabajado para cooptar a voces prominentes en el entorno informativo internacional, como las élites políticas extranjeras y los periodistas", prosigue el informe.
Regímenes autoritarios
China también ha recurrido a la creación de perfiles falsos para difundir esas campañas desestabilizadoras. Además, "Pekín ha adquirido participaciones en medios de comunicación extranjeros a través de medios públicos y no públicos, y ha patrocinado a personas influyentes en línea".
Además, el informe acredita la colaboración de China con otros regímenes autoritarios, como Rusia o la Venezuela de Nicolás Maduro, "para difundir narrativas favorables a sus intereses y atacar a sus críticos, amplificando mensajes en medios estatales y redes sociales controladas por estos países".
No es la única documentación remitida a Moncloa en la que se da cuenta de los métodos de China para desestabilizar a Occidente. Los informes elaborados por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) alertan desde hace años contra China, país al que se considera una amenaza para la estabilidad de España y la OTAN.
En la documentación que el CNI remite regularmente a Moncloa, subraya que los espías chinos están "muy activos" en España y tratan de "ejercer presión" para obtener influencia e información confidencial en las esferas de poder.
"Los objetivos [de China] están enfocados a la obtención de información política, militar o científico-tecnológica, así como a la construcción de redes de influencia en las altas esferas de poder político y económico, con capacidad para ejercer presión sobre temas de especial interés o sensibilidad", advierte el CNI.
