El Gobierno otorgó hace un mes 10 millones de euros a la ONG de la ONU en la que trabajan al menos 12 personas que estuvieron implicadas en los atentados terroristas de Hamás el pasado 7 de octubre, una masacre que acabó con la vida de 1.200 israelíes en apenas 24 horas. 

Tal y como figura en las anotaciones públicas del Consejo de Ministros del pasado 5 de diciembre, casi dos meses después de la tragedia, el Ministerio de asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación acordó autorizar una partida de 25 millones de euros a distintas organizaciones no gubernamentales en concepto de "ayuda humanitaria en Gaza".

Diez de esos millones, la mayor parte de la inyección monetaria, fueron destinados a la citada ONG, ahora salpicada por el escándalo. El rechazo hacia esta organización ha ido en aumento en las últimas jornadas al revelarse que varios de sus miembros colaboraron con la organización terrorista Hamás en el asalto que dio inicio a las hostilidades.

Por el momento Reino Unido, Alemania, Finlandia, Italia, Países Bajos, Francia, Suiza, Canadá, Australia y EE.UU. ya han suspendido la ayuda a esta agencia de refugiados de la ONU.

España no parece que vaya a cambiar su opinión al respecto, y  por el momento no ha anunciado que se vaya a retirar la ayuda financiera a esta organización.

Acusaciones

El pasado viernes, Estados Unidos fue el primer país en frenar sus aportaciones. "Estados Unidos está extremadamente preocupado por las acusaciones de que doce empleados de la UNRWA podrían haber estado involucrados en el ataque terrorista de Hamás contra Israel", afirmó el Departamento de Estado en un comunicado.

Israel acusaba a una docena de trabajadores de la UNRWA de haber participado en el ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre, que dejó unos 1.200 muertos y 250 secuestrados, lo que provocó que la UNRWA despidiera este sábado al personal señalado e iniciara una investigación.

[La ONU investiga y expulsa a empleados acusados de participar en el ataque de Hamás a Israel]

Esta agencia fue creada en 1949 tras la primera guerra árabe-israelí y presta numerosos servicios que incluyen la escolarización, la atención sanitaria primaria y la ayuda humanitaria a los palestinos de Gaza, Cisjordania, Jordania, Siria y Líbano. 

La UNRWA ha proporcionado ayuda y ha utilizado sus instalaciones para acoger a personas que huían de los bombardeos y de la ofensiva terrestre lanzada por Israel en Gaza tras los ataques del 7 de octubre, en los que Israel afirma que murieron 1.200 personas y 253 fueron tomadas como rehenes.

La ofensiva israelí ha arrasado gran parte de la infraestructura de la densamente poblada Franja de Gaza y ha matado a más de 25.000 palestinos.

La UNRWA, cuyos mayores donantes en 2022 fueron Estados Unidos, Alemania, la Unión Europea y Suecia, ha afirmado en repetidas ocasiones que su capacidad para prestar asistencia humanitaria a la población de Gaza está al borde del colapso.