Primeros ministros, jefes de Estado, activistas y militantes. Todo está listo para que el Partido Socialista Europeo celebre su congreso en Málaga durante el viernes y el sábado. En su plan, definir las prioridades para las elecciones europeas; pero el congreso se ha visto opacado por los baches a los que se enfrentan los principales líderes socialdemócratas. El canciller alemán, Olaf Scholz, llega con unas encuestas que le dan como tercera fuerza política, Pedro Sánchez tendrá que acudir como presidente en funciones y dependiendo del dedo negociador de Puigdemont. Además, con la previsión de manifestaciones en capitales de provincias para protestar por la amnistía. Al primer ministro portugués, Antonio Costa, no se le espera. Presentó su dimisión el martes asociada a un caso de presunta corrupción.

Lo analizamos con Fernando Garea, adjunto al director de EL ESPAÑOL: “A Sánchez se le han conjurado los astros para oscurecer el congreso que pretendía que fuera triunfal”. Beatriz Jalón, periodista en CNN Portugal, nos da las claves de la marcada ausencia de Antonio Costa en la cumbre socialista: “Desde hace un año ha tenido muchos escándalos de ministros implicados con la justicia”. Salvador Martínez Mas, periodista en Berlín y colaborador de EL ESPAÑOL, nos explica que el canciller alemán no pasa por su mejor momento. “Es un líder debilitado, los sondeos le dan un 15 por ciento de los votos”.