El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha convocado al embajador español en Moscú, Marcos Gómez Martínez, para comunicarle la expulsión de 27 diplomáticos españoles. La medida, que según ha comentado el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, esta mañana, en el Congreso de los Diputados, era "esperada" por el Gobierno español, es la respuesta a la expulsión en abril de miembros de la misión diplomática rusa en España.

"No sabemos para qué pero lo imaginamos. Es una convocatoria que esperábamos", ha afirmado el titular de Exteriores esta mañana, aludiendo a la previsible expulsión de personal diplomático español después de la decisión adoptada por el Gobierno el mes pasado tras la invasión rusa de Ucrania.

"Ya dije cuando anunciamos la expulsión de los 27 diplomáticos y personal ruso que en estas situaciones se daba una reciprocidad simétrica o casi simétrica, y lo estábamos esperando", ha añadido. Efectivamente, el número de diplomáticos expulsados resultó ser exactamente el mismo. 

El pasado 5 de abril, el Gobierno acordó expulsar a 27 diplomáticos y personal de la embajada rusa en España por considerar que representaban "una amenaza para la seguridad de nuestro país" y como muestra de rechazo de la actuación de las tropas rusas en Ucrania.

Expulsados

El pasado 5 de abril, el Gobierno de España, a través de los servicios del Ministerio de Asuntos Exteriores, ha comunicado la expulsión de la embajada de Rusia de 27 diplomáticos y miembros de su personal.

Era el propio ministro, José Manuel Albares, el que comunicaba públicamente la decisión en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Una decisión tomada tras la revelación de las macabras imágenes de la matanza en Bucha, junto a Kiev, este fin de semana, y tras la destrucción de la ciudad de Mariúpol.

Albares seguía así los pasos de otros países de la Unión Europea, que ya habían decretado esta decisión, como parte de las presiones unitarias de los Veintisiete contra el régimen de Vladímir Putin, como Italia, Alemania y Francia. Según el ministro español, estos empleados y diplomáticos de la Federación Rusa, "representan una amenaza para los intereses de seguridad de España".

Italia y Francia

Además del embajador español, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha convocado también al embajador italiano en Moscú, Giorgio Starace, y al embajador francés, Pierre Lévy. A la espera de saber qué medidas se adoptarán contra los diplomáticos españoles e italianos, ya se conoce el destino de 34 de los franceses, que será expulsados del país.

El embajador francés en Moscú, Pierre Lévy, fue citado a la sede de Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, donde se le comunicó que los diplomáticos declarados "persona non grata" deberán abandonar el país en un plazo de dos semanas, informó la diplomacia rusa en un comunicado.



A Lévy se le presentó "una enérgica protesta por la decisión provocativa y sin fundamento de declarar 'persona non grata' a 41 funcionarios de las representaciones diplomáticas rusas en Francia", indicó Exteriores.



Moscú subrayó que dicho paso "causa un grave daño a las relaciones ruso-francesas y la cooperación constructiva bilateral". "Como medida de respuesta 34 funcionarios de las representaciones diplomáticas francesas en Rusia han sido declarados 'persona non grata'", añade el comunicado.



Francia expulsó a los diplomáticos rusos por considerar que su actividad era "contraria" a sus intereses de seguridad nacional. Al anunciar la medida, adoptada en medio de la condena internacional a la intervención militar de Rusia en Ucrania, París indicó que la expulsión de los diplomáticos rusos formaba parte de "una iniciativa europea" y recalcó que su primera responsabilidad era "garantizar la seguridad de los franceses y de los europeos". 

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