La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias anunció la pasada Navidad que los Reyes Magos vendrían "cargados de terceros grados" como el que sirvió para poner en libertad a Francisco Javier Almeida, el asesino del niño de nueve años Álex en Lardero (La Rioja).

Instituciones Penitenciarias publicó el pasado 6 de enero un tuit festivo, ilustrado con dos fotografías del Belén que habían montado los internos del centro penitenciario de A Lama (Pontevedra).

El texto que acompañaba a este tuit aludía a los regalos que traen los Reyes Magos para los reclusos: "Melchor, cargado de terceros grados. Gaspar, con permisos. Baltasar trae libertades".

Era el deseo expresado por los internos de la prisión, con mensajes colocados en las alforjas de los camellos que transportaban a los Magos. Pero también toda una declaración intenciones de la Secretaría de Estado de Instituciones Penitenciarias, que paga un plus de productividad a los directores de cárceles por conceder más terceros grados, como ha informado EL ESPAÑOL.

En el caso del asesino reincidente de Lardero, Francisco Javier Almeida, el Ministerio del Interior le concedió el tercer grado en mayo de 2020 con un informe de tan sólo tres líneas en el que constataba había mostrado "cierta evolución positiva". 

El breve informe también apreciaba "circunstancias personales y penitenciarias que le capacitan para llevar una vida en régimen de libertad, con las medidas de control y tutela adecuadas".

Instituciones Penitenciarias ignoró de este modo el criterio de la Junta de Tratamiento (formada por psicólogos, psiquiatras y educadores) de la cárcel de El Dueso (Cantabria), que se había opuesto a otorgar el régimen abierto a Almeida, pues había sido condenado dos veces por delitos de índole sexual y, a su juicio, no se había rehabilitado.

En 1998, Francisco Javier Almeida había condenado a 30 años de cárcel por asesinar y agredir sexualmente a la empleada de una agencia inmobiliaria. Concertó un encuentro con ella, con el pretexto de visitar un piso que estaba a la venta, y le asestó 17 puñaladas mortales. Ya había sido condenado antes, en 1993, a siete años de prisión por otro delito de agresión sexual con lesiones.

Francisco Javier Almeida, de 54 años, fue detenido el pasado jueves como autor de la muerte del pequeño Álexal que atrajo a su casa diciéndole que le iba a regalar un cachorro.

El pequeño se encontraba disfrutando de las fiestas de Halloween junto a otros amigos en un parque situado junto al colegio Villa Patro.

Desde que permanecía en libertad, la presencia de Francisco Javier Almeida había causado alarma entre los vecinos de esta localidad. “Este verano varias vecinas se quejaron de que había un hombre que acosaba a los niños”, ha relatado a EL ESPAÑOL un hostelero de la zona. 

La Delegación del Gobierno ha informado de que, cuatro días antes del asesinato, se denunció ante la Guardia Civil que un varón había invitado a una niña a que le acompañara a su casa, diciéndole que iban a jugar con su hija. La menor no accedió y la información facilitada no permitió identificar a Francisco Javier Almeida como el acosador de esta pequeña.

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