Mandos de la Guardia Civil han expresado a EL ESPAÑOL su malestar ante la posibilidad de que el Ministerio del Interior retire a este cuerpo las funciones de custodia y vigilancia de los puertos, aeropuertos y fronteras españolas, para que las asuma la Policía Nacional.

La medida supondría retirar a cerca de 5.000 agentes de la Guardia Civil que actualmente están encargados de la protección de estas infraestructuras. Tan solo en el aeropuerto Adolfo Suárez Barajas de Madrid, alrededor de un millar de guardias civiles desarrollan esta función.

Las citadas fuentes consultadas por EL ESPAÑOL señalan que la propuesta se planteó en una reunión celebrada la semana pasada, en la que estaban presentes el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez; el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo Piqueras, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, así como mandos de ambos cuerpos.

Fuentes oficiales del Ministerio del Interior niegan rotundamente que exista una propuesta en este sentido o que se encuentre entre los planes del ministro Fernando Grande-Marlaska retirar esta competencia a la Guardia Civil: "No vamos a cambiar algo que está funcionando bien, ni a modificar unas competencias que están reguladas por Ley".

La propuesta implicaría modificar la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, cuyo artículo 12 estipula que la Guardia Civil tiene, entre otras competencias, la "custodia de vías de comunicación terrestre, costas, fronteras, puertos, aeropuertos" y otras instalaciones de interés estratégico.

Grande-Marlaska impulsó en agosto de 2020 el Real Decreto 734/2020 para reorganizar la estructura básica del Ministerio del Interior.

El Mando de Fronteras

Esta norma creó el Mando de Fronteras y Policía Marítima (dependiente de la Dirección General de la Guardia Civil), que tiene entre otras funciones "el resguardo fiscal del Estado, así como la custodia, control y vigilancia de las costas, fronteras, puertos, aeropuertos y los espacios marítimos en los que España ejerce soberanía y, en este ámbito, el control de la inmigración irregular".

Dentro de este despliegue, las unidades de vigilancia de Costas y Fronteras de la Guardia Civil constituyen "la primera línea de defensa frente al tráfico de drogas y mercancías ilícitas, el contrabando y las redes internacionales de tráfico de personas y de sustancias ilegales".

La propuesta que Grande-Marlaska tiene sobre la mesa supondría revertir esta situación y despojar a la Guardia Civil de unas competencias que tiene asignadas desde hace más de un siglo.

Esta iniciativa ha provocado además un fuerte malestar en la cúpula de la Benemérita, pues se sumaría, caso de concretarse, a la lista de agravios sufridos durante la etapa de Fernando Grande-Marlaska como titular de Interior.

Traspaso en Navarra

La ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y la presidenta de Navarra, María Chivite, cerraron el pasado mes de septiembre el acuerdo por el que la Policía Foral de Navarra asumirá las competencias de Tráfico a partir del 1 de diciembre. 

En enero de 2020, Grande-Marlaska había intentado justificar el proyecto asegurando que "ni un guardia civil tendrá que abandonar Navarra". Ahora se ofrece una pasarela para que los agentes que lo deseen puedan incorporarse a la Policía Foral. En caso contrario, tendrán que ser asignados a otro destino.

Más recientemente, como ha informado EL ESPAÑOL, Marlaska se ha saltado el escalafón y ha vetado el ascenso de Diego Pérez de los Cobos y Manuel Sánchez Corbí a general de brigada.

El ministro del Interior cesó al coronel Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de Madrid en mayo de 2020, por negarse a informarle de las diligencias, que estaban bajo secreto de sumario, en las que un juez investigaba al entonces delegado del Gobierno en Madrid por autorizar las manifestaciones feministas del 8M en plena pandemia de coronavirus.

Veto a Pérez de los Cobos

La asociación Jucil ha criticado duramente la negativa de Grande-Marlaska a ascender al coronel Pérez de los Cobos, pese a que era el mejor calificado para acceder al puesto de general de brigada: "Es uno de los mejores profesionales que ha tenido la Guardia Civil. Está pagando los platos rotos por defender el Estado de derecho, por cumplir la ley y por no cometer ningún delito", declararon a EL ESPAÑOL fuentes de Asociación Profesional Justicia Guardia Civil (Jucil). 

Grande-Marlaska tiene ahora sobre la mesa la propuesta para retirar al Instituto armado las competencias de custodia de los puertos, aeropuertos y fronteras. Esta posibilidad se plantea tras la catarata de incidentes que se han producido desde el pasado verano, especialmente en la zona del Estrecho.

Como informó EL ESPAÑOL, un cabo de la Guardia Civil sufrió un infarto el pasado 31 de agosto y tuvo que ser ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) minutos después de mantener una fuerte discusión con varios agentes de Policía Nacional en el puerto de Algeciras (Cádiz).

El agente se encontraba, junto a un guardia alumno en prácticas, realizando el cotejo de manifiestos de los cambios que acababan de desembarcar del ferry procedente de Tánger (esta labor incluye la inspección de la carga y la identificación de los conductores y las matrículas de los camiones, para comprobar que coinciden con la documentación aportada por la naviera).

Infarto en Algeciras

Cuando se estaba desarrollando esta operación, se personó en el lugar una subinspectora de la Policía Nacional, que instó a la pareja de la Guardia Civil a poner fin inmediatamente a las labores de control y a abandonar el recinto del puerto.

La discusión subió de tono y pronto acudieron varios agentes de la Policía Nacional, que rodearon el coche patrulla de la Guardia Civil. La subinspectora intentó arrebatar al cabo la documentación de las manos e hizo valer su graduación para exigir al agente que cumpliera sus órdenes.

Ante la tensión que se había creado, la pareja de la Guardia Civil optó finalmente por retirarse. Cuando ya se encontraba en dependencias oficiales, el cabo comunicó a su compañero que sentía un fuerte dolor en el pecho. Tuvo que ser trasladado al hospital Punta Europa de Algeciras, donde se constató que había sufrido un infarto: tuvo que ser sometido a una operación quirúrgica de urgencias para implantarle una endoprótesis vascular en una arteria coronaria.

La Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras elevó un informe al Ministerio de Interior, en el que advierte que estos incidentes, que alteran gravemente el servicio y la convivencia entre ambos cuerpos, se han multiplicado durante los últimos meses.

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