Pedro J. Ramírez y Juan Luis Cebrián han estado en la diana de algunos oficiales del Ejército tras el intento golpista del 23-F, y se ha llegado a plantear su ejecución. La información la ha recibido Emilio Alonso Manglano de un confidente militar y está descrita en el cuaderno de notas del entonces director del CESID: "En una reunión de oficiales se habló de formar un comando que ejecute a Juan Luis Cebrián y a Pedro J. Ramírez". 

En ese momento, Pedro J. Ramírez era director de Diario 16 y Juan Luis Cebrián, de El País, dos de los principales periódicos salidos de la Transición y defensores de la democracia por su línea editorial.

La amenaza, desvelada por el diario ABC, no vuelve a aparecer en los manuscritos de Manglano, ni tampoco la identidad de los oficiales, de los asistentes a dicha reunión, ni la fuente militar que proporcionó la información al entonces director de inteligencia.

El ministro de Defensa, Alberto Oliart, había encargado a Manglano la dirección del espionaje español con tres objetivos: modernizarlo, mejorar la información para luchar contra el terrorismo y frenar a los movimientos involucionistas, con especial atención a las fuerzas armadas. Así, se debería alertar sobre cualquier comentario subversivo, o manifestación anticonstitucional que se produjera en los cuarteles.

La información es parte de la serie Los papeles de Manglano que está publicando ABC estos días a raíz de la publicación del libro El jefe de los Espías (Roca Ediciones), y desvela que había oficiales dispuestos a ejecutar a periodistas entonces.