El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, así como su homólogo en Exteriores, José Manuel Albares, serán los encargados de presidir el acto que se producirá este jueves en el complejo policial de Canillas (Madrid) para homenajear a los agentes del GEO (Grupo Especial de Operaciones) y de la UIP (Unidad de Intervención Policial) que permanecieron hasta el último minuto en Kabul participando en las labores de evacuación de refugiados afganos hacia España.

Son los ya conocidos como 'Los 17 de Kabul': 10 miembros del GEO y 7 de la UIP, mayormente conocidos como antidisturbios a los que habría que sumar otros tres agentes de operaciones especiales que llegaron como refuerzo a Afganistán durante los días más complicados, en el colapsado aeródromo del país asiático. 

Al acto acudirán dos agentes, uno de cada grupo de protagonistas policiales, y serán ellos los encargados de hacer entrega al ministro de Asuntos Exteriores de la Bandera de España de la embajada afgana, que custodian desde que se marcharon Kabul.

Además, los agentes que rescataron la bandera confeccionada en honor a los policías asesinados en el atentado terrorista en el año 2015 harán entrega de la misma a sus viudas.

El acto será presidido por los ministros Grande-Marlaska y Albares y contará con la presencia del director general de la Policía, Francisco Pardo, entre otras autoridades.

Exigido por el cuerpo 

En las últimas semanas han sido diversos los sindicatos policiales los que han pedido ese reconocimiento oficial que ahora llega. Jupol, el sindicato mayoritario de la Policía Nacional, formalizó una petición para que los 13 efectivos del Grupo Especial de Operaciones Especiales y los siete antidisturbios fueran "propuestos y condecorados con el ingreso en la Orden al Mérito Policial con distinto plata y rojo según proceda".

El sindicato subrayaba que estos policías garantizaron "con absoluta abnegación" la seguridad del personal diplomático encabezado por el embajador y su 'segunda' en la legación, "comprometiendo su propia vida en el clima más hostil posible".

Estos agentes, aseguraba Jupol, participaron en la "localización, acompañamiento y evacuación de colaboradores extranjeros al servicio de la misión española hasta fechas recientes", una misión que, apunta Jupol, "quizás era más adecuada realizar por parte de las unidades de carácter militar de cualquier ejército".

Fundamentales

La labor de este grupo de policías pertenecientes a las unidades de élite del cuerpo resultó fundamental desde que el equipo de la Embajada abandonó las instalaciones oficiales en la capital de Afganistán, debido al avance talibán, para trasladarse al interior del aeropuerto de Kabul.

Estos agentes tenían encomendada la misión de dar seguridad al embajador, Gabriel Ferrán, y a la segunda de la delegación. También el objetivo principal era participar desde los aledaños del aeropuerto en la localización de los afganos y sus familias que previamente habían sido avisados porque figuran en las listas del Gobierno para abandonar el país centroasiático. Dada la marabunta de personas que trataban desesperadamente de huir del país, su tarea, conforme pasaban los días, se iba complicando más y más.

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