Juan Antonio Morales, candidato de Vox a la Junta de Extremadura en mayo de 2019, recibió un alarmante aviso cinco meses después de no obtener representación parlamentaria: alguien había contactado con una agencia de detectives para destruirle política y personalmente.

La intención era seguirle y, a ser posible, sacarle fotos y grabarle "con putas y metiéndose coca" con el objetivo de "publicarlo, sacarlo en las redes y que se pire de Vox", según consta en una grabación a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

El encargo lo hizo un hombre que se identificó como Eloy. Dijo ser alguien con negocios en el mundo de la noche que se ocupaba de esta operación no por una cuestión personal, sino a petición de otros. En la práctica, se presentó como un intermediario de Vox "desde Madrid". 

El encargo a un detective para "sacar de Vox" a un dirigente: "Quiero fotos de él con la puta y la coca"

"Lo que queremos es... quiero [corrige inmediatamente] sacarlo de la política", dice en la mencionada grabación. 

La conversación entre Eloy y su interlocutor en la agencia de detectives dura cinco minutos y cuarenta y cinco segundos. Se nota que este emisario conoce sólo superficialmente a la víctima del encargo, Juan Antonio Morales.

"Era del PP y ahora está en Vox", dice, y justifica actuar contra él porque "es el que manda en el Ayuntamiento" y "está jodiendo mucho". En efecto, Morales estuvo en el PP y perteneció al núcleo duro del expresidente extremeño José Antonio Monago. Tras no salir elegido diputado por Vox, fue contratado como asesor de un concejal de esta formación en el Ayuntamiento de Badajoz.

Eloy se interesa por conocer "cuándo, dónde y en qué sitios se mueve" Juan Antonio Morales. Pregunta por el coste de una vigilancia "exhaustiva" y parece tener prisa. "Si puede ser antes de las elecciones sería bordarlo. Está haciendo mucho daño. Es una cosa interna", se sincera.

"Es una cosa interna"

El detective que atiende la llamada se compromete a tener documentos gráficos y de vídeo contra Morales en "diez o quince días". "¿Con fotos y todo?", se sorprende Eloy. "Bien, bien, bien. Tengo una reunión a las seis y te llamo a las siete", contesta, antes de dejar entrever de nuevo que el encargo para conseguir la muerte civil de Morales viene de dentro del partido.

La agencia descartó finalmente hacer el trabajo porque el cliente no era "parte legítima" para encargarlo, y por tanto no reunía las condiciones que establece la ley de seguridad privada.

Morales tuvo conocimiento del intento por seguirle y grabarle, y solicitó una investigación interna del caso a la Secretaría General nacional de Vox que dirige Javier Ortega Smith; a la Vicesecretaría de Organización y al Comité de Garantías.

"Lo puse en conocimiento de la dirección nacional del partido para denunciar las acusaciones falsas que estaban vertiendo sobre mí, pero nadie me respondió", se ha limitado a admitir Juan Antonio Morales a EL ESPAÑOL, que no ha querido entrar en más detalles asegurando que no sabe "nada" y que prefiere "pasar esa página". 

Precisamente Morales y siete concejales de Vox en Extremadura han abandonado esta semana la formación. Los ya ex miembros de Vox hablan de que el partido de Santiago Abascal es "antidemocrático" y somete a sus afiliados a "prácticas totalitarias", "exentas de las mínimas garantías legales" exigidas por la ley. A su juicio, la disciplina interna es una "apisonadora" que se aplica de manera "caprichosa".

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