El Partido Popular está en shock. La moción de censura que PSOE y Ciudadanos han presentado por partida doble en Murcia para sacarles de sendos gobiernos ha provocado un terremoto interno de dimensiones aún por escribir. La dirección nacional se ha reunido de urgencia para evaluar los daños este miércoles en Génova, tras la sesión de control al Gobierno en el Parlamento.  

El primer análisis que arrojan desde la dirección nacional es que "Arrimadas pacta con Iglesias y permite que los radicales puedan gobernar en Murcia". El entorno de Pablo Casado traslada que este acuerdo lo firma Ciudadanos "con los socialistas y con Unidas Podemos, y es una gran irresponsabilidad".

Los conservadores acusan a los naranjas de provocar una "gran inestabilidad en plena pandemia" y "sin ningún motivo". No pueden ocultar la enorme decepción que sienten con la presidenta de Ciudadanos, con la que firmaron pactos de Gobierno más allá de Murcia: "Arrimadas rompe su palabra: dijo que el acuerdo duraría cuatro años".

El presidente de Murcia estaba inmerso en plenas negociaciones para sacar adelante los Presupuestos de la región y esta maniobra política que lo sitúa fuera del Gobierno le ha pillado totalmente desprevenido. "No sabíamos absolutamente nada", resumen desde el entorno de Fernando López Miras, un político de la máxima confianza del secretario general del PP, Teodoro García Egea. 

Mayoría absoluta

Veintitrés diputados de PSOE y Ciudadanos han registrado este miércoles a las 9.56 horas en la Mesa de la Asamblea de Murcia la moción de censura, que justifican con el argumento de que el PP es el culpable de que la comunidad "esté a la cola de los indicadores de riesgo extremo de pobreza y de exclusión social", y con que hubo miembros del partido que se vacunaron cuando no les tocaba.

La vicepresidenta actual, la diputada de Cs Ana Martín Vidal, será la candidata propuesta para ser la futura presidenta murciana.

Los veintitrés firmantes son suficientes para que la moción prospere y López Miras tenga que abandonar la Presidencia. Veintiséis años después de llegar al Ejecutivo, el PP perderá una de las cinco autonomías donde gobierna.

El miedo que se ha instalado en todos los rincones del PP es si la jugada se extenderá a otras comunidades donde Ciudadanos les apuntala en el gobierno.

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