Un mensaje común: la apuesta por la democracia y lo que se logró tras el 23-F. Esa fue la conclusión a la que llegaban los invitados de Xabier Fortes en un programa especial por el 40 aniversario del 23-F bajo la cúpula del Hotel Palace de Madrid.

Por allí pasaron José Bono, el exdiputado del PSOE Manuel Núñez Encabo, el teniente coronel de Ingenieros Javier Fernández López Juan Luis Cebrián, José Luis Santos (camarero en el Palace el 23-F)... y, en un plató para la ocasión, Nativel Preciado, Fernando Jáuregui y Pedro J. Ramírez, director de EL ESPAÑOL.

Todos ellos, testigos directos y periodistas, contaron en el programa sus vivencias esos días que marcaron la historia de la democracia española, además de las investigaciones sobre el intento de golpe de estado.

"Sentimos rabia, miedo y tristeza de pensar que no teníamos salida que, otra vez, los golpistas nos llevaban al hoyo", aseguró Bono, por auqel entonces miembro de la mesa del Congreso y que ha reconocido que "había ruido de sables".

El expresidente de las Cortes aseguró que "había una trama civil que no se pudo descubrir en su integridad y gentes descontentas con el gobierno de Suárez". Además, alabó el papel de Adolfo Suárez y Manuel Gutiérrez Mellado durante el golpe.

"Vacuna contra el odio político"

Bono también quiso dejar claro que "hay una vacuna que debemos tener dispuesta: contra el odio político".

El exdiputado del PCE Nicolás Sartorius aseveró sobre aquel golpe "que podría haber triunfado": "La situación era muy mala, había guerra sucia, terrorismo, crisis económica, había cierta irresponsabilidad en algunos sectores, a Suárez se le acosaba por todas partes y se desestabilizaba al Gobierno por todas partes".

Y lanzó un petición: "Las democracias hay que cuidarlas, no hay que zarandearlas. La democracia española ha conseguido cosas muy importantes, ahora está mucho más sólida que entonces, pero hay que procurar que no se estropee y no dar por sentado de que las cosas no pueden ocurrir de otra manera. Es una magnífica Constitución, hay que valorarla y valorar más el sistema democrático que tenemos".

La importancia del Rey

El que en aquel momento era diputado socialista Manuel Núñez Encabo ha contado su versión de lo vivido: "Pudimos haber muerto aquella noche, pero a España se le presentaba otro momento de enfrentamiento. Me parecía increíble el enfrentamiento nuevamente entre las dos Españas".

Encabo cree asegura que supieron que el Rey era el que podía salvar la situación: "Era el único que podía salvarnos a nosotros y podía salvar a España y eso es lo que hizo esa noche".

José Luis Santos, que con 19 años era camarero en ese mismo hotel, relata su experiencia: "Hubo mucho trabajo esa noche, no sabía realmente lo que estaba pasando y lo que podía haber pasado. Cuando entrabas paraban de hablar, eran militares de alta graduación. Impresionaba tanta estrella".

Las fotos, un tesoso

Javier Fernández López, teniente coronel, que estaba destinado en el cuartel de Vitoria, ha explicado que "más que uno, en realidad, había tres golpes de Estado que en algún momento confluían pero en otro momento crítico no confluyeron para nada".

Por su parte, el fotógrafo de Efe Manuel Pérez Barriopedro era reportero gráfico y estaba en el Congreso ese día: "Cuando finalizaron los disparos me di cuenta de que había hecho fotografías. No sabía si saldrían". Y logró esconder lo que considera "un tesoro": "Mantuve el carrete en la mano durante bastante tiempo hasta que vi que podía esconderlo en la planta del pie".

El director de El País el 23-F, Juan Luis Cebrián, ha contado que vivió el golpe "dando por sentado que había triunfado". "Sabíamos que si triunfaba el golpe, una de las víctimas sería El País, ya que era un periódico que no podía convivir con un régimen no democrático", ha añadido.

Figuras clave

Entre los periodistas presentes, Jáuregui ha destacado cómo "Tejero se declaraba republicano y no era el hombre para hacer lo que hizo". También ha señalado la figura del  José Ignacio San Martín, que "fue clave para desactivar la división acorazada". Por el contrario, ha asegurado que es "raro" que el rey Emérito haya "enlatecido "el papel de Juste", general en aquel entonces.

Preciado ha relatado cómo el Capitán Muñecas o un segundo que vino a ayudarle le "tiró al suelo". "Era la única mujer. Sin ninguna consideración. Me dijo 'siéntese y no se mueva' apuntándome con su fusil en una alfombra enrollada en el despacho", ha afirmado.

El director de EL ESPAÑOL se ha sumado al mensaje lanzado a favor de la democracia y contra el odio: "Quienes vivimos aquello somos negatarios del mérito de los que impidieron que los fantasmas de siempre se reprodujeran en España".

Pedro J. Ramírez ha explicado que "el terrorismo de los meses anteriores había creado un clima de tensión contra Adolfo Suárez" y que "el golpe se decide en esa conversación entre e Rey y Alfonso Armada en el que se está ofreciendo para ir a la Zarzuela". 

Además, ha defendido que "Adolfo Suárez era la bestia negra del ejército franquista" y lamentado que "hubo muchas personas que quedaron impunes", en referencia a los que no tenían mando que "quedaron sin castigo alguno".