Algunos lo llaman ya el nuevo "ángel de la guarda" de la Armada. El BAM-IS 45 tendrá 91 metros de eslora y 19 metros de manga para albergar a una tripulación de 48 personas.

Tras la gran inversión en el submarino S-80, las Fuerzas Armadas necesitaban un buque que tuviera la capacidad de rescatar al sumergible en caso de percance. En los últimos 15 años, Defensa gastó casi 4.000 millones de euros en ese submarino. Ahora llega su complemento, un barco que podría incluso extraerlo del agua si fuera necesario.

El Ministerio de Margarita Robles lo incluyó en los Presupuestos Generales del Estado aprobados para este año. Fabricarlo costará 167 millones de euros, de los cuales unos 60 se invertirán este 2021. Será preciso invertir otros 25 millones en la compra de los equipos necesarios. 

Defensa sólo cuenta en la actualidad para salvamento de submarinos con el buque de apoyo Neptuno, cuya antigüedad (fue botado en 1974) le han condenado a la jubilación. Solamente se mantiene en funcionamiento porque resulta de utilidad a la hora de realizar las prácticas de buceo de los integrantes de la Armada.

Características

El nuevo buque tendrá grandes ventajas respecto a su predecesor. Podrá mantenerse en cualquier punto del océano de manera permanente, irá dotado de suministro de emergencia para naves hundidas, poseerá helipuerto, teléfonos submarinos, radar lateral y cámaras hiperbáricas.

El nuevo BAM-IS 45 contará con el Sistema de Rescate de Submarinos de la OTAN. Irá equipado también con un dispositivo sumergible dirigido por control remoto que servirá para evacuar tripulantes de una nave hundida.

Se trata de un equipo completo con el que actuar de manera eficiente en situaciones críticas como la que vivió el submarino argentino Ara San Juan en el año 2017. Una nave que hasta ahora Defensa no se había podido permitir.

En el año 2010 la flota de la Armada gozaba de una salud relativamente buena. Sus buques tenían una edad media de 21 años, sus aeronaves, de 29 y los vehículos de la Infantería de Marina, 22. Once años después, el contingente no solo ha envejecido, sino que ha disminuido de manera notable.

Cuatro submarinos

Según relatan a EL ESPAÑOL en fuentes de las Fuerzas Armadas, en la última década no ha habido más remedio que retirar hasta 26 buques distintos. Su ausencia se ha suplido con tan solo 10 altas nuevas. Un claro balance de -16.

A día de hoy, las Fuerzas Armadas solo cuentan con dos submarinos, ambos de 30 años de antigüedad, con lo que la construcción del S-80 que Navantia lleva años construyendo es prioritaria. 

El BAM-IS 45 no será botado antes de 2024, dos años después de que el primero de los cuatro submarinos de la serie S-80, el submarino Isaac Peral, realice sus primeras maniobras.

En todo caso, para cuando los cuatro sumergibles hayan sido construidos, la Armada poseerá ya de un barco que ayude a resolver todo tipo de percances bajo el agua, un ángel de la guarda que vele, desde la superficie, por la seguridad en las profundidades.

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