El líder encarcelado de ERC, Oriol Junqueras, es el preferido por la mayoría de los catalanes para ser el próximo presidente de la Generalitat así como el político mejor valorado. El único, de hecho, que supera el aprobado. Es lo que se desprende del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que dedica un importante apartado a Cataluña a apenas unos meses de las próximas elecciones autonómicas.

Junqueras es el elegido por casi el 20% de los encuestados a la pregunta de quién preferirían para presidir la autonomía, por delante del 15% que opta por el ex presidente fugado de la Justicia, Carles Puigdemont, o del 13% que lo hace por el líder del PSC, Miquel Iceta.

Curiosamente, el Instituto Público pregunta en la encuesta por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, al que algunas especulaciones situaban como candidato de los socialistas catalanes. Un 3,6% de los catalanes le prefiere como presidente, muy lejos de Iceta pero por encima, por ejemplo, del candidato de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, por el que se decanta un 3% de los encuestados. Sin embargo, Illa es el segundo mejor valorado después de Junquieras, por lo que en esa clasificación sí queda por encima de su jefe de filas, Iceta.   

Muy por debajo queda en cuanto a la preferencia para presidir el Gobierno autonómico, con apenas un 1%, el republicano Pere Aragonés, el actual presidente en funciones del Govern tras la destitución de Quim Torra.

La simpatía por Junqueras se traduce en que ERC sería el partido más votado, seguido por el PSC, que recuperaría así la hegemonía en el bando constitucionalista, tras haber sido superado por Ciudadanos en las dos últimas elecciones. Los de Inés Arrimadas aparecen con un porcentaje similar de apoyos al de los comunes (En Comú Podem), la confluencia de Podemos, y de Junts Per Catalunya, la escisión de la antigua Convergencia liderada por Puiogdemont.

Según el CIS, la independencia de Cataluña es el primer problema para la mayoría de catalanes, ligeramente por encima de la crisis económica o de los peligros para la salud derivados de la pandemia. Un 23% considera que es el primer problema.