Isabel Díaz Ayuso no solo se siente cómoda en su papel de ir contra viento y marea, sino que los madrileños respaldan en las encuestas esta estrategia de choque frontal con Pedro Sánchez.

Todos los sondeos que se han publicado durante la pandemia han reforzado su imagen desde que estalló la crisis. La que SocioMétrica hizo para EL ESPAÑOL considera que Ayuso ha gestionado la pandemia mejor que el presidente del Gobierno y la mayoría cargó en la mochila de Sánchez la culpa por la guerra abierta con Madrid.

La presidenta de la Comunidad volvió esta semana a poner a prueba al Gobierno central cuando decidió interpretar a su manera el real decreto del estado de alarma. El documento oficial indica que las comunidades pueden aislarse, como mínimo, durante una semana. En Madrid, sin embargo, decidieron hacerlo a su manera: tres días esta semana y, otros cuatro, la próxima.

"En el decreto no dice que tengan que ser días consecutivos", se justificaban. Este vacío legal le ha permitido a Ayuso ganar, de momento, el pulso que lleva echando con Moncloa desde marzo.

"Va contra todo, va contra todos: contra el Gobierno central, contra su propio Gobierno, contra el pacto con otros presidentes... y le sale bien", relata un presidente autonómico del PP, atónito, tras escuchar la rueda de prensa en la que Ayuso rompió en directo el pacto que minutos antes cerró verbalmente en una sala con el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page. Los tres acordaron perimetrar las tres autonomías... "hasta que ella anunció que en Madrid solo los puentes".  

La presidenta se agarró a su propio plan -confinar quirúrgicamente por zonas y no aislar la región entera para salvar la economía- para saltarse el guion. Ayuso se defendió con que "no hay ni un solo estudio de que esto funcione". Y puso como ejemplo Madrid, una comunidad "que no ha estado cerrada y ha ido bajando la curva".

Los datos de este viernes situaban a la comunidad en 420 casos por cada cien mil habitantes, casi 50 puntos menos que la media de España, que escala hasta los 468 casos.

Por libre 

Saltarse la regla dictada por Moncloa es ya casi una costumbre para la presidenta de Madrid, que "solo hace caso a su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez", coinciden desde diversos estamentos políticos.

"Lo peor no es que no nos escuche, lo peor es que nos enteramos de lo que va a hacer en rueda de prensa". Los miembros del Gobierno madrileño de Ciudadanos se sienten totalmente desolados en un Ejecutivo en el que, literalmente, "para Isabel no pintan nada", considera un alto cargo del PP.  

El primer paso al frente para perimetrar Madrid lo dio el vicepresidente, Ignacio Aguado. Es el camino por el que ha apostado la mayoría de las regiones. Pero Ayuso decidió hacer de nuevo su propia guerra y decidió anunciar un cierre solo para los puentes. "Y sí, todas las encuestas indican que ganaría las elecciones, pero nos necesitaría para gobernar", advierten en Cs. 

El consejero de Transportes, Ángel Garrido, no se ha cortado en criticar públicamente la decisión que ha tomado la presidenta: "Decir a un ciudadano que hasta el viernes no sé qué, el martes otra cosa, pero luego el viernes comenzará algo. Yo creo que confunde y no ayuda a combatir con eficacia la pandemia". 

Quizá Garrido (de pasado popular pero hoy en las filas de Cs) sea el miembro del gabinete que mejor conoce a la presidenta: él la nombró viceconsejera cuando era consejero de Presidencia con Cristina Cifuentes al frente. Por eso, este viernes, con un profundo y visible hartazgo, ahondó en la profunda deslealtad que reina en el seno del consejo de Gobierno madrileño: "Para un anuncio tan importante se tendría que haber avisado a un vicepresidente". Ayuso no lo hizo. 

"Ganamos"

Ciudadanos patalea mientras el Partido Popular madrileño descorcha una botella de champán. "Ya veremos qué pasa el miércoles. De momento, ganamos", celebra un miembro del equipo de Ayuso.

La presidenta se agarró a que Ceuta cerró solo los días festivos para levantar la mano y pedir la misma restricción al Gobierno la víspera de que el Congres de los Diputados aprobara la prórroga del estado de alarma. 

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, preguntó directamente al líder del PP, Pablo Casado, por qué no había presentado una enmienda para recoger la solicitud de su presidenta regional. Pero Casado pasó palabra y el Gobierno, finalmente, claudicó ante la solicitud de la dirigente madrileña.

La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, capeó como pudo la cuestión cuando se le preguntó qué presidente del PP lo hace mejor. Se limitó a defender a todos sin distinción.

Ayuso, sin embargo, no pasa inadvertida en Génova, tampoco para Pablo Casado, que aunque públicamente se posiciona del lado de su presidenta más beligerante con Sánchez, observa muchas veces con incredulidad sus decisiones. 

Mientras, la guerra sigue. Aunque el Ministerio de Sanidad ha permirtido que Madrid cierre solo el puente de Todos los Santos, está por ver qué pasará el lunes 9 de noviembre, festivo en la capital. Tras dar el visto bueno a la triquiñuela de Ayuso, el ministro Illa ha convocado para el miércoles a los 17 consejeros autonómicos en el Consejo Interterritorial.

En el orden del día está apuntado revisar -y en su caso, cambiar- las medidas que han desplegado todos los Ejecutivos autonómicos para contener la segunda ola. Compañeros y rivales de Ayuso están expectantes ante la cita del miércoles: "Veremos qué hace el Gobierno con Madrid".

Noticias relacionadas