El Ministerio del Interior ha nombrado general de brigada José Manuel Santiago como jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, según publica este viernes en el Boletín Oficial del Estado. Este mando protagonizó una polémica al referirse a la persecución de los bulos que afectaban al Gobierno.

Le sustituye en su anterior cargo, como número dos del Estado Mayor del cuerpo, otro general, Moisés González Sasma. 

El nombramiento de Santiago se lleva a cabo a propuesta de la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, y con la conformidad del secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez. Actualmente estaba ejerciendo de jefe de Estado Mayor de manera interina, según relatan a EL ESPAÑOL fuentes de la Benemérita.

Su superior, el hasta ahora Jefe del Estado Mayor del cuerpo, el general José Luis Arranz, se había ya jubilado, y por tanto Santiago estaba gestionando el cargo a la espera de un ascenso inminente que justo se produce ahora. 

Santiago, pese al lapsus que le llevó a las cabeceras de todos los telediarios por su afirmación sobre las noticias falsas, es considerado un gran profesional, con una extensa carrera, y que ha ido ascendiendo de forma natural según le ha ido tocando. Fuentes del Instituto Armado destacan esa normalidad en el procedimiento que se ha consumado esta mañana, con su acceso al mando del Estado Mayor.

Este cambio es un ascenso para José Manuel Santiago, que estuvo en el centro de la polémica al asegurar que la Guardia Civil trabajaba para minimizar "el clima contrario" al Gobierno por su gestión de la crisis generada ante la pandemia provocada por el Covid-19.

El pasado 19 de abril y a preguntas de los periodistas, Santiago puntualizó que, en este campo, se trabaja en dos direcciones: "Por un lado, evitar el estrés social que producen estos bulos, y por otro, minimizar el clima contrario a la gestión de la crisis por parte del Gobierno". "Todos estos bulos los tratamos de desmentir por nuestras redes sociales", añadió.

Meteórica carrera

Aparte de diplomado de Estado Mayor, el general Santiago es licenciado en Derecho, tiene un máster en Dirección y Gestión de la Seguridad y otro en Unión Europea. Además de la lengua materna, habla inglés y francés con cierta fluidez, aunque no domina estos dos idiomas. Como experto que es, policías de otros países europeos como Albania o Rumanía recurrieron a él en calidad de asesor  También le consultan como experto en el control de fronteras diferentes países de Europa y de África, como Libia o Mauritania.

José Manuel Santiago Marín nació en Villasequilla, un pequeño pueblo castellanomanchego de 2.500 habitantes ubicado en la provincia de Toledo. El 22 de noviembre cumplirá 59 años. Está casado y tiene dos hijas. A su mujer, salvadoreña, la conoció mientras estaba de misión en El Salvador. También su padre era guardia civil. De él tomó ejemplo y por él se introdujo en el cuerpo.

Ingresó en 1980 en la academia militar, donde se graduó como teniente de la Guardia Civil en julio de 1985. Al poco de abandonar la escuela, lo destinaron al País Vasco, la zona más complicada en los tiempos en que ETA mataba casi a diario. Eso le curtió. 

Santiago Marín desembarcó primero en el Grupo de Acción Rápida (GAR), la unidad de élite creada ex profeso para combatir a la banda terrorista en el País Vasco. Después, lo destinaron al Servicio de Información de la Guardia Civil en el cuartel de Intxaurrondo, en San Sebastián, uno de los destinos más complicados en los 90. Fue uno de los lugares más castigados por ETA durante aquellos años del plomo.

Realizó misiones en los Balcanes, durante las guerras de hace un par de décadas, en Latinoamérica, persiguiendo el narcotráfico. Años después llegó a Madrid, ya como general, para seguir ascendiendo en la cúpula tras más de dos décadas pisando la calle. Ahora lo dirigirá todo desde arriba.

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