Brais Cedeira Daniel Ramírez

Un Renault Mégane de color gris en el que se escondían sus compinches aguardaba al otro lado de la calle Torrebeleña, en el distrito madrileño de Fuencarral. La mujer, joven, rumana, con antecedentes policiales, sabía cuál era su objetivo. Un hombre mayor, 82 años de edad, que acababa de salir de su casa ataviado con ropa deportiva. José María Álvarez del Manzano acababa de iniciar su carrera matutina, para ejercitarse por los alrededores de su casa, en dirección al monte de El pardo, cuando esa chica le abordó. 

La mujer le dio el alto, y le preguntó si era tan amable de señalarle la ubicación de una parroquia cercana. Él se la indicó, y ella fue a darle las gracias mientras estrechaba las dos manos a la vez. Ahí estaba el truco.

Cuando el ex alcalde de Madrid se quiso dar cuenta, la mujer ya le había arrebatado su exclusivo reloj y salía corriendo calle arriba. Al percatarse del robo, el ex regidor local esprintó a toda velocidad para dar caza a la ladrona. 

El coche esperaba en marcha, pero Álvarez del Manzano logró derribarla varios metros más allá, antes de que ella lograse subirse al vehículo con el botín, un Rolex, de gran calidad, con el que tiempo atrás le obsequiaron quienes fueran sus concejales entre 1991 y 2003, la época en la este hombre gobernó la capital.

Con gran rapidez el ex alcalde consiguió recuperar la pieza que la mujer le había sustraído. Le arrebató también una especie de riñonera. La mujer no miró atrás y se montó en el coche. Sin apenas perder el tiempo, la atracadora y sus adláteres arrancaron el motor y el coche se perdió entre las calles de Madrid.

Su error fue dejar atrás la riñonera. Después de tomar declaración al antaño barón del PP, los agentes de la Policía Nacional la abrieron y encontraron en ella su teléfono y su cartera. No tardaron demasiado en identificarla al disponer de sus datos personales.

"Es una delincuente habitual, muy conocida por la Policía. Es una persona joven y catalogada como delincuente habitual. No es especialista en una actividad delictiva concreta, pero sí en una modalidad delictiva concreta, que es la del hurto amoroso", explican a EL ESPAÑOL fuentes policiales conocedoras del caso. 

El hurto amoroso

"La detendrán en breves, ya saben sus antecedentes", explica otra fuente policial a este periódico. Pese a ello, los mecanismos oficiales de información prefieren ser algo más prudentes. Ahora los investigadores de la Policía Judicial de la comisaría de Fuencarral ya trabajan con los datos que poseen sobre ella. 

Ejemplo de un robo basado en el método del 'hurto amoroso'. Policía Nacional

Para establecer contacto con Álvarez del Manzano la mujer optó por emplear el método que mejor sabía utilizar, una famosa estratagema conocida por la Policía Nacional como la técnica del 'hurto amoroso'. Las caricias y los abrazos de este sistema son, en realidad el modo de abordar al objetivo fijado previamente por los delincuentes.

Desvalijar a personas de avanzada edad, con cierto nivel adquisitivo, suele ser la principal finalidad de esta clase de ladrones. Nunca trabajan solos. Y nunca lo hacen de forma sorpresiva.

Son, por el contrario, muy metódicos a la hora de seleccionar sus objetivos, lo que les obliga a emprender una intensa labor de vigilancia previa por las calles de la ciudad. Quizás por eso abordaron al que fuera regidor local de la ciudad. Sabían quién era, dónde vivía y a qué horas podía realizarse mejor asaltarle.

Un lucrativo método

Lo habitual en el 'hurto amoroso son las operaciones en pareja. El robo suele ser perpetrado por un hombre y una mujer. Patrullan en coche en busca de la víctima adecuada. Al localizarla, la mujer se baja del automóvil dispuesta a acometer el asalto. Es entonces cuando empieza el juego del amor.

Aunque pueda resultar irreal, este tipo de delincuentes pertenecen a bandas realmente organizadas que se lucran de este tipo de delitos por toda España. Y que llevan una vida de riqueza y opulencia gracias a las ganancias que obtienen en esta clase de golpes.

No en vano, hace apenas tres meses la Policía Nacional logró desarticular una banda rumana con un importante y lujoso patrimonio en su país natal, obtenido gracias a esta táctica basada en el engaño. El clan acumulaba unas 6.000 denuncias en toda España y un paraíso de mansiones y coches caros en Europa del Este.

La estrategia de aproximación suele iniciarla siempre la mujer: ella se acerca, "qué guapo eres, me encantas", le dice a la persona a la que pretende robar. "Vente conmigo, vámonos a un hotel". A veces hay un ofrecimiento sexual. A veces hay sonrisas y abrazos. 

Es en medio del despiste de las caricias cuando le desvalijan a uno por completo. Algo que, por fortuna, no le ocurrió al ex alcalde de Madrid.

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