Juan Carlos I llevó a Suiza en 2010, siendo jefe de Estado, un maletín con 1,9 millones de dólares (1,7 millones de euros) que le había entregado el sultán de Bahréin. Así lo declaró su gestor Arturo Fasana en 2018 al fiscal jefe del cantón de Ginebra, Yves Bertossa.

La comisión rogatoria enviada por Bertossa a la Audiencia Nacional en la que se informa de la donación de Arabia Saudí de 100 millones de dólares (65 millones de euros) a una cuenta suiza del Rey emérito señala igualmente que en ésta se ingresaron 1.895,250 dólares el 7 de abril de 2010, desvela este viernes El País.

Ante el juez, Fasana sostuvo: "Juan Carlos I es una persona apreciada en los países del Golfo. Volvía de Abu Dhabi y vino a mi casa de Ginebra. Quería almorzar conmigo. Me dijo que había recibido 1,9 millones del sultán de Bahréin, que le había ofrecido este dinero. Escribí un informe de visitas y pedí al banco si podían entregar el dinero. Me dijeron que sí".

Según El País, el gestor detalló también que el entonces Rey de España le llevó el dinero en billetes, en un maletín.

Felipe VI, salpicado

Hace algunas semanas, ya con el país encerrado por el coronavirus, la fortuna de Juan Carlos salpicó a su hijo. El hoy Rey figuraba como beneficiario de dos cuentas: la primera, de nombre Lucum, la destinataria de los 100 millones de dólares por el AVE a la Meca; la segunda, utilizada presuntamente por el primo del emérito, Álvaro de Orleans-Borbon, para pagar viajes al padre del actual monarca.

Felipe VI, forzado a actuar, hizo pública su renuncia a su herencia personal y eliminó la asignación oficial de su padre, pero, de igual modo, la Casa del Rey reconoció que ya hace un año, en marzo de 2019, sabía por un despacho del Reino Unido que Felipe era beneficiario de estos fondos.

En ese periodo, padre e hijo compartieron actos e incluso Juan Carlos se sometió a una grave intervención por la que podía haberse activado el testamento.

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