"No nos dejamos la piel para esto". La desbandada que se ha producido en algunas ciudades de España con la salida de los niños a la calle ha indignado al personal sanitario.

Parecía una jornada festiva, con la jarana instalada en las calles. No entienden la actitud exhibida por una parte de la ciudadanía a lo largo de las últimas horas.

A través de las redes sociales, multitud de médicos, enfermeras y trabajadores de hospitales han criticado el comportamiento de determinados padres ante las breves salidas concedidas por el Gobierno en el plan de desescalada de la pandemia del coronavirus. No se han respetado las medidas de seguridad. 

44 días después del inicio del confinamiento, los niños han empezado a salir a la calle acompañados de sus padres. Estos "breves paseos" eran algo que reclamaban muchos pedagogos y familias. Pero las imágenes de aglomeraciones en espacios públicos en la jornada de este domingo han provocado preocupación en buena parte de la población por la "irresponsabilidad" de algunos.

Cerca de 6 millones de niños y niñas de 0 a 13 años pueden salir desde este domingo a la calle desde las nueve de la mañana a las nueve de la noche. Las salidas se ven condicionadas a paseos de una hora, a un kilómetro como mucho de su casa, y junto a un adulto que conviva con ellos, que puede también ser un empleado del hogar al que se le haya autorizado.

Pese a las advertencias y a las nuevas normas que forman parte del plan de inicio del desconfinamiento, las aglomeraciones en paseos marítimos, parques y avenidas han sido generalizados. Y eso ha causado indignación.

"Sinvergüenzas"

"Personal sanitario, policía, cajeros y servicios mínimos jugándose la vida, entre ellos mi familia; para que el primer día que dejen salir a vuestros niños os paséis las medidas de seguridad por donde queráis. Rabia es poca", afirma un usuario de Twitter claramente indignado ante las imágenes que se han visto en las últimas horas.

En algunas de esas instantáneas incluso se podía advertir la presencia de multitudes ocupando playas del litoral. Ante todo esto, ha surgido el enfado de gente que sí que mantiene el cumplimiento de las medidas impuestas.  

"Qué vergüenza lo que está pasando hoy -aseguraba un sanitario en un vídeo difundido en las redes sociales. Estamos los sanitarios partiéndonos la caja día tras día contra el maldito coronavirus, y ver esto... Los padres hablando con los vecinos, los niños juntos... Luego, salid a aplaudir a las ocho. Responsabilidad. Sois unos sinvergüenzas", aseveró. 

Jornada 'festiva'

En muchos lugares parecía una jornada festiva, un día de celebración, de salir como si nada estuviera sucediendo o la epidemia hubiera pasado. Como si España y el mundo no vivieran la crisis sanitaria más importante de los últimos cien años.  

Pelotas, patinetes, bicicletas, e incluso disfraces en lugares como Murcia. La mayoría de los 6 millones de ciudadanos que salieron a la calle cumplieron las medidas, pero la gran afluencia de personas que se dieron cita en las calles propició toda clase de escenas. En la playa de la Barceloneta, en Barcelona, decenas de personas sentadas permanecían allí como si tal cosa, sin respetar el conveniente distanciamiento. 

La astucia de algunos padres con varios hijos les llevó a dividirse, saliendo cada uno de ellos con uno de sus hijos, coincidiendo después en un lugar predeterminado. Se trata quizás de una de las infracciones más habituales a lo largo de las últimas horas.

Una enfermera del SERMAS (Servicio Madrileño de Salud), ha lamentado la situación diciendo que se preparará para un nuevo aumento de contagios. "Creo que esta tarde voy a sacar del almacén algunos respiradores que ya habíamos guardado. Que luego nos pilla el toro".

Hipocresía del aplauso

"Yo como enfermera tengo ese punto de dualidad en mi cabeza- aseguró otra sanitaria en una red social-; por un lado, siempre prestar cuidados a quien lo necesite. Por otro, pensar que su irresponsabilidad no merece mi sacrificio". "Hoy aplaudo y mañana salgo con los niños de casa", indicó otra profesional del sector. 

Ante esta oleada de indignación ya son varias las ciudades que han dado toques de atención a sus ciudadanos, alertando de un posible cierre de parques y jardines.  

Es mucho lo que se está jugando tras un mes y medio de confinamiento y tras las severas medidas adoptadas para frenar el avance del virus. Los consistorios y las autoridades consideran que no se puede echar todo por tierra por la irresponsabilidad de algunos.

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