El confinamiento absoluto es complicado y en el barrio de las Tres Mil Viviendas en Sevilla, uno de los más pobres de España, se complica aún más. Noches atrás, numerosos vecinos han participado en cultos religiosos en plena calle cantando y tocando instrumentos musicales, y sin guardar la distancia de seguridad necesaria para evitar el contagio del coronavirus.

Es por ello que la Oficina del Comisionado del Polígono Sur, entidad participada por el Gobierno central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla para recuperar el barrio, ha pedido a la Subdelegación del Gobierno la presencia de la Unidad Militar de Emergencia (UME) en el barrio.

Tras el real decreto de estado de alarma que obligó al cierre de los templos religiosos, los vecinos de esta barriada se reúnen en la calle, sobre todo por la tarde y la noche. Es entonces cuando hay más "alteración del orden público y de la convivencia", según ha declarado a Efe José Bretón, representante de la mencionada Oficina del Comisionado. Bretón considera más efectiva la presencia militar en los barrios periféricos de la ciudad que en el centro.

Una celebración religiosa desafía la cuarentena contra el coronavirus en las Tres Mil Viviendas

A su juicio, "no puede haber una minoría que haga lo que le dé la gana" y no se ajuste a las recomendaciones de las autoridades. En concreto, en el Polígono Sur existen cuatro iglesias evangelistas de Filadelfia así como "innumerables" escisiones formadas por clanes familiares "desestructurados".

Unos clanes, asegura, que "no están acostumbrados al orden público, a la disciplina y a respetar la convivencia", por lo que considera que la Administración se tiene que "imponer", acentúa Bretón.

Según el representante de este organismo, el subdelegado en Sevilla, Carlos Toscano, le ha contestado que, de momento, va a poner un dispositivo especial de Policía Nacional y de Policía Local en la zona, que ya es visible en el barrio.

Ellos son los competentes para denunciar a las personas que incumplen medidas de movilidad restringida durante el estado de alarma. Las sanciones podrían ir desde los 100 hasta los 30.000 euros e incluso se contemplan penas de prisión, en función de la gravedad de los hechos.

Al hilo dela polémica, la delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, ha insistido en la importancia de que los ayuntamientos pongan en conocimiento de las subdelegaciones y de la Delegación las peticiones de actuación de la UME, así como las actuaciones necesarias en barrios de la Policía Nacional y Guardia Civil.

"De manera ejemplar"

Por su parte, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede) ha asegurado en un comunicado que la "mayoría" de las iglesias evangélicas de España "está cumpliendo de manera ejemplar" las indicaciones de las autoridades sanitarias pese a que se hayan podido registrar "incidentes puntuales".

En concreto, se refiere al ocurrido en plena calle en el barrio de las Tres Mil Viviendas y al desalojo, el miércoles, de decenas de feligreses de una iglesia evangélica de Málaga y de otra en el barrio de Tetuán.

Las Tres Mil Viviendas de Sevilla es una de las zonas más deprimidas de la ciudad, el Polígono Sur. En esa periferia conviven unas 50.000 personas y en ella los episodios relacionados con la drogadicción, la delincuencia y la pobreza se repiten con asiduidad.