La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, da por hecho la reubicación de los restos de José Antonio Primo de Rivera en el Valle de los Caídos "en un lugar discreto". En entrevista a Los desayunos de RTVE, cuatro días después de la exhumación de Franco, la vicepresidenta en funciones ha recalcado que "Primo de Rivera es una víctima de la Guerra Civil" por lo que seguirá estando en el Valle de los Caídos, "seguramente en un lugar discreto". 

Carmen Calvo ha señalado que la exhumación del dictador Franco del Valle "ha demostrado que esto no era una cuestión de fechas ni electoralismo ni nada, sino del cumplimiento de una ley que se ha llevado a cabo en cuanto se ha podido". "Seguiremos adelante con el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, según lo que nos van indicando los expertos", ha dicho.

Sobre los recientes acontecimientos en Cataluña, Carmen Calvo ha destacado que "no hay en estos momentos fundamentación jurídica para la aplicación del 155". "Este Gobierno ha conseguido que, en siete meses no se incumpla la ley en Cataluña. Y además, ahora tenemos una sentencia del Constitucional que explicita de manera magnífica como se puede aplicar el 155, de manera muy acotada y muy excepcional", explicó. 

Calvo ha defendido la decisión del presidente en funciones, Pedro Sánchez, de no coger ahora el teléfono al de la Generalitat, Quim Torra, quien le ha llamado en varias ocasiones tras la sentencia del 'procés' y en medio de las fuertes protestas y disturbios que está habiendo en Cataluña.

Ha señalado que Sánchez "no puede hablar como si nada ocurriera con quien encabeza las manifestaciones, no condena la violencia y pone en el punto de mira a los propios mossos".

Calvo no ha negado estar en contacto con su homólogo en el Govern, Pere Aragones, porque es su "obligación" hablar con él en todo lo que se pueda, pero también le ha enviado un mensaje ante la posibilidad de que sea el próximo líder de ERC: "Que saque consecuencias de la experiencia vivida y de dónde no se puede llevar a Cataluña".

Ha defendido en cualquier caso que el Ejecutivo de Sánchez haya estado diecisiete meses "respetando las instituciones catalanas" y reuniéndose en numerosas ocasiones con la Generalitat pese a las críticas de la oposición