El recrudecimiento de la violencia que se está viviendo estos días en Barcelona a raíz de que se diese a conocer la sentencia del referéndum ilegal del 1 de octubre y la declaración de la independencia catalana ha hecho que la Unión de Guardias Civiles presente una iniciativa inédita: la figura del Defensor del Agente. Una ventana para que los miembros del cuerpo allí presentes puedan canalizar todas sus denuncias y quejas, y recibir asesoramiento.

El papel del Defensor del Agente consistirá en recibir las quejas y peticiones de los guardias civiles para tratar de dar respuesta a las quejas. No sólo podrán beneficiarse de ella los afiliados, sino que también podrán hacerlo los que no lo son.

La forma de hacerlo es sencilla: mandar un correo electrónico explicando la queja para que el mecanismo se ponga en marcha. La idea de esta asociación es mantener vivo este cauce de comunicación más allá del conflicto que estos días se está vive en la ciudad condal.

Un grupo con banderas de España defiende el cuartel de la Guardia Civil de Manresa

Esta asociación, asimismo, denuncia el sobreesfuerzo, la dureza del trabajo y los excesos de los horarios que viven los 600 guardias civiles que estos días están en Barcelona, además de las condiciones de alojamiento, manutención y descanso en las que están (y que ya se dieron en 2017 bajo la Operación Copérnico).

Por ello, la organización profesional, a través de su vocal en el Consejo de la Guardia Civil, Marcelino García Bermúdez, ya ha pedido una reunión con el director general del instituto armado, Félix Vicente Azón. El objetivo es abordar la situación de los agentes que están haciendo frente a los graves disturbios de los últimos días (y que se espera que se intensifiquen desde esta noche y este fin de semana), para garantizar el orden constitucional y la seguridad ciudadana además de los agentes destinados en la comunidad como de los comisionados. 

 

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