José Luis Ábalos ha advertido este lunes que "no puede concluirse la imagen de que solo España constituye puertos seguros", como respuesta a la petición realizada por el Open Arms desde hace casi una semana para que se le abra un puerto. Ante la pregunta de si España autorizará finalmente el desembarco, Ábalos ha aseverado que "lo que tenga que ser, será".

El ministro de Fomento ha declarado, tras salir de su reunión con Mónica Oltra y Joan Baldoví (Compromís), que ese barco "tuvo un despacho muy concreto para una misión muy concreta" y ha manifestado que España no puede ser la única que abra puertos seguros porque "sería dramático desde el punto de vista del derecho humanitario, desde el punto de vista de las convenciones internacionales y también desde la Comisión Europea".

Además, ha aludido a la dejadez del resto de países ya que la normativa internacional exige llevar los barcos al primer puerto seguro pero "estamos viendo que no es así". "No puede ser que España sea un puerto seguro y el único del Mediterráneo que ya lo está haciendo", insistiendo en que el resto de países no deben eludir su responsabilidad.

Igualmente, el Secretario de Organización socialista también ha destacado que el Gobierno está "ejerciendo labores de salvamento desde lo público". "Estamos ejerciendo, por lo tanto lo que no puede ser es que España sea al final el único país que esté asumiendo las labores de salvamento", ha concluido. 

La ONG lleva a bordo a 121 inmigrantes que fueron rescatados en el Mediterráneo central y varios políticos españoles se han mostrado dispuestos a abrir sus puertos a la embarcación. Entre ellos se encuentran el gobierno vasco; el alcalde de Valencia, Joan Ribó; y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra. Sin embargo, lo tiene que autorizar el Ministerio de Fomento, encabezado por Ábalos. 

Puig señala a Italia

Por otro lado, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha hecho este lunes declaraciones similares a las de Ábalos. Puig ha afirmado que es el Gobierno italiano "quien debe atender" al barco Open Arms ya que "no se puede estar permanentemente desviando la responsabilidad sobre otros, esta es la cuestión de fondo".

El presidente valenciano ha asegurado que "por nosotros nadie va a morir en el mar dejado de la mano de Dios" y ha admitido que desde la Comunidad Valenciana "tenemos que calibrar cuál es nuestra posición con total claridad", pero ha subrayado la responsabilidad de Italia en estos casos.

En este sentido ha apuntado directamente a la la necesidad de hacer cambios en la política europea: "No hay un problema solo en el Open Arms, hay un problema permanente y lo que tenemos que buscar es una nueva política migratoria europea que garantice los derechos humanos. No solo la llegada, sino la inserción y acogida con dignidad a todas las personas que huyen de sus países por razones de hambre o de carácter ideológico porque son perseguidos".

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