Las relaciones entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no pasan por su mejor momento. El líder del PSOE rechaza de plano nombrar al de Unidas Podemos ministro como parte de una coalición de Gobierno. Según fuentes cercanas a Sánchez, el presidente del Gobierno en funciones expresa abiertamente su incomodidad por lo que considera "egoísmo" y "personalismo" de Iglesias al exigir formar parte del Ejecutivo. Su decisión es definitiva, aunque comporte repetir las elecciones. 

"Pablo se cree que estamos como en 2016, pero ni él es el mismo ni yo tampoco. Todos hemos cambiado", ha dicho Sánchez en privado. Un mensaje en ese sentido ha sido también trasladado a la Ejecutiva del PSOE, que se reunió este lunes.

Tras ella, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, compareció para rechazar de nuevo la coalición con Iglesias y recordó que, además, para entrar en un Gobierno hace falta la "confianza" del presidente, que es quien nombra, y la "empatía" mínima para que esa relación funcione. 

Con su referencia a 2016, Sánchez se refiere al "no" que Iglesias dio a su investidura, basada en el conocido como Pacto del Abrazo entre el PSOE y Ciudadanos. Iglesias, con un posicionamiento muy duro, arremetió contra Sánchez, le recordó la "cal viva" del GAL y acabó rechazando la investidura junto al PP. En aquellos momentos, Iglesias estaba muy cerca del PSOE en votos, pero en las nuevas elecciones su espacio cedió casi un millón de sufragios. 

"Las urnas tienen memoria"

En el PSOE están convencidos de que unas segundas elecciones serían el fin de Iglesias. Sin citarlo, Ábalos le pidió al líder de Podemos que no dé "una patada al tablero de la gobernabilidad". "La alternativa es obligar a los españoles a volver a votar" y "las urnas también tienen memoria", advirtió. En cualquier caso, los socialistas quieren evitar la repetición de los comicios porque, en realidad, seguirían necesitando pactos. Y la investidura podría estar tan difícil o más que ahora. 

Una coalición "no solo no resuelve la gobernabilidad, es que no resuelve la investidura", dijo el número tres del PSOE. Es más, una coalición "de esa naturaleza no añade sino que puede restar", según él. 

Fuentes cercanas a Sánchez aseguran que el líder socialista prepara a fondo sus reuniones con Pablo Casado y Albert Rivera, con los que probablemente no habría tenido que reunirse si Iglesias hubiese comprometido sus votos en favor de Sánchez.