"Es perjudicial para Navarra y para España estar al albur de los independentistas". El líder de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y candidato de Navarra Suma a la presidencia de Navarra, Javier Esparza, está "abierto a explorar posibles acuerdos que permitan que el independentismo no mande en España", según ha confirmado en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados tras despachar con el rey Felipe VI. 

Esparza cree que el PSOE tiene que ser "coherente" y no intentar formar un Gobierno en Navarra que dependa de la abstención o apoyo de EH Bildu. La aritmética en Navarra plantea, en principio, dos escenarios: un Gobierno de Navarra Suma (la coalición de UPN, PP y Ciudadanos), que presentó a Esparza como candidato, o uno liderado por el PSOE junto a Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Esta segunda opción, defendida por la candidata socialista, María Chivite, se ha topado con la oposición de Ferraz porque para prosperar necesitaría que EH Bildu votase a favor o al menos se abstuviese. 

Esparza ha advertido de que es "malo para Navarra que EH Bildu decida" y "es malo para España que el independentismo decida". "Lo que es malo para Navarra es malo para España", ha resumido.  

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En otras palabras: Esparza se abre a negociar un trueque, de manera que el PSN se olvide de gobernar Navarra en favor de Navarra Suma para que los conservadores permitan la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

Los votos en el Congreso también están contados y los dos diputados de Navarra Suma en el Congreso (adscritos a UPN, no al PP o a Ciudadanos) podrían ser determinantes, incluso si el sentido del voto es una abstención. 

Cómo está la aritmética de la investidura

La suma del PSOE, Unidas Podemos, PNV, Compromís y el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) es de 173 diputados. Un acuerdo con esos partidos parece al alcance de la mano para Sánchez a tenor de los posicionamientos y reivindicaciones, la mayoría en materia de financiación e infraestructuras. 

La suma de partidos que podrían oponerse es, también, de 173 diputados. Esto es: PP, Ciudadanos, Vox, ERC, JxCat y EH Bildu. La cifra podría bajar hasta los 170 si tres de los diputados suspendidos, los de JxCat, no dimiten de sus puestos. Al estar suspendidos no podrían votar en una sesión de investidura. Oriol Junqueras (ERC) ya ha avanzado que renunciará para ser eurodiputado, por lo que el grupo de ERC estará al completo. 

Con esa aritmética sobre la mesa, hay cuatro votos que podrían sellar la investidura de Sánchez: los dos de Coalición Canaria, que ha dicho que votará en contra de un acuerdo que incluya a Podemos, tanto para el Consejo de Ministros como sobre políticas, y los dos de Navarra Suma. En ese sentido, incluso si Coalición Canaria votase "no", Sánchez podría ser elegido con una abstención de Navarra Suma. Y los socialistas aspiran además a convencer a los nacionalistas canarios, con lo que ni aunque dimitiesen los tres diputados independentistas catalanes serían determinantes. 

Sin contactos con Sánchez

Esparza no ha planteado específicamente el intercambio de votos entre el Parlamento de Navarra y el Congreso, aunque según él la prioridad en ambos es que EH Bildu, ERC y JxCat no puedan ser decisivos en ninguno de los dos. UPN está "abierto a explorar" las posibilidades, según el líder de UPN, que asegura que no ha mantenido conversaciones formales con nadie en el PSOE acerca de la investidura de Sánchez. 

El planteamiento de Esparza podría acercarlo a la presidencia de Navarra pero también podría ocasionar incomodidad con el PP y Ciudadanos, sus socios de coalición autonómica, ya que tanto Albert Rivera como Pablo Casado defienden el "no" rotundo a Sánchez en una investidura que podría acabar facilitando su aliado navarro. 

Sin embargo, lo dicho por Esparza sí encaja en la desautorización que Ferraz ha hecho de Chivite, a la que ha conminado a no intentar ser presidenta autonómica al tener que depender de EH Bildu. Los socialistas podrían sacrificar Navarra para garantizar la investidura de Sánchez.