Pedro Sánchez confía en ser investido presidente del Gobierno a principios de julio. Así lo ha dicho la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, en la rueda de prensa este viernes posterior al Consejo de Ministros. En ella, y ante la hostilidad desde el independentismo en los últimos días, ha invitado a PP y Cs a abstenerse en la investidura "igual que hizo el PSOE en su momento" con Mariano Rajoy y como forma de hacer "un servicio a España".

"Calculamos que puede ser a primeros de julio", ha dicho Celaá, que ha asegurado que llevar a cabo las consultas del rey Felipe VI, preceptivas según la Constitución, constituir el Congreso y el Senado, los grupos parlamentarios y otros órganos "requerirá más o menos 30 días".

Se había especulado con que una vez se celebrasen las elecciones europeas, autonómicas y municipales del 26 de mayo, el proceso de investidura sería más o menos rápido y que en junio Sánchez podría haber sido elegido presidente. Sin embargo, Celaá asegura que es "más acorde con la realidad" pensar en los primeros días de julio. 

Una de las claves del calendario hay que encontrarla en la constitución de los Ayuntamientos, el 15 de junio, y de los parlamentos regionales, que será a lo largo del mes. La investidura del presidente del Gobierno, a diferencia de la elección de los alcaldes, no tiene plazo límite en el tiempo, como se pudo comprobar en 2016 en los meses de bloqueo.

Ninguna ley tasa el tiempo que debería transcurrir entre las elecciones y el debate de investidura, aunque sí indique que una vez producida la primera votación, en caso de que no sea exitosa, comienza a contar un plazo de dos meses antes de una disolución de las Cortes poco menos que automática. 

En ese sentido, Sánchez puede querer ver cómo se decantan los pactos en el ámbito autonómico y municipal antes de someterse a la investidura, para la que de momento no tiene los apoyos comprometidos. Dejaría así tiempo a sus barones para negociar sin que los pactos para el Gobierno de España interfiriesen. 

Por otra parte, Celaá ha dejado claro que Sánchez no quiere que Unidas Podemos entre en el Gobierno. "Sigue vigente la vocación del presidente del Gobierno de trabajar en solitario con nuestro programa. Consideramos que es un programa suficiente potente como para poder llevar a cabo una singladura futura en solitario con acuerdos con las distintas formaciones políticas", ha dicho.