La creciente tensión que se vive en Irán ha tenido implicaciones directas para España. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ordenó la retirada de la fragata Méndez Núñez del grupo de combate estadounidense en el que estaba integrada, después de que Washington anunciase su despliegue en el Golfo Pérsico. La decisión corresponde estrictamente a Defensa y está basada en una serie de informes de Inteligencia que advertían de los riesgos de cualquier participación militar en la región.

Tomás Serrano

Según ha sabido EL ESPAÑOL, la decisión comenzó a fraguarse cuando Donald Trump anunció el despliegue de su grupo de combate en el Golfo Pérsico. La presencia de la Méndez Núñez implicaba unos riesgos evidentes: Teherán y Washington se encuentran enzarzados a costa del programa nuclear iraní y la inestabilidad en la región es creciente. 

La decisión de retirar la fragata no se tomó a la ligera. Según fuentes de Defensa, la ministra consultó a diferentes asesores de Inteligencia antes de tomar cualquier resolución. El Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) son las dos principales fuentes que dotan de información a Robles en materia de geoestrategia.

Defensa explica que la retirada de la fragata Méndez Núñez es una "interrupción provisional" por "razones técnicas"

Los informes que recibió la ministra a lo largo de este lunes se ceñían estrictamente al ámbito de la seguridad y apuntaban a la creciente inestabilidad en la zona. Es cierto que Estados Unidos despliega con cierta asiduidad a la US Navy en el Golfo Pérsico; pero una presencia prolongada y en plena escalada de tensión con Teherán son fácilmente interpretables como una medida de disuasión de la Administración Trump.

Pero el despliegue tiene una serie de riesgos inherentes, como detallaban las informaciones que recibió Robles. Una mala interpretación de un hecho, un incidente... pueden hacer estallar el polvorín. Las probabilidades son pocas, pero existen. Y en el caso de que ocurriese una situación no deseada, España se encontraría en una situación incómoda: ¿prestar apoyo directo a su aliado Estados Unidos o escuchar las voces de la Unión Europea que de forma velada critican la actuación de Washington sobre el programa nuclear iraní?

Así las cosas, Margarita Robles ha optado por priorizar cualquier escenario de seguridad a otro tipo de implicaciones positivas: diplomáticas, por el acercamiento de las relaciones con Estados Unidos que suponía este despliegue, y comerciales, teniendo en cuenta que la US Navy sopesa un proyecto de Navantia para la construcción de 20 fragatas.

La ministra Robles se encuentra en Bruselas para asistir a una serie de reuniones entre representantes de Exteriores y Defensa de los países miembro. Desde allí, aseveró que la retirada de la fragata corresponde a cuestiones "técnicas" y no "políticas": "Es una misión que ha decidido el Gobierno de Estados Unidos y que no entraba en el acuerdo; por razones técnicas se interrumpe la presencia [de la fragata]".

El origen del acuerdo

¿Y qué hacía una fragata española integrada en este grupo de combate estadounidense? Se trata de un hito destacado para la Armada Española y corresponde a un acontecimiento histórico: el quinto centenario de la vuelta al mundo. Washington y Madrid sellaron el acuerdo de este despliegue hace dos años.

El despliegue fomenta además la interoperabilidad de ambos ejércitos. Las Fuerzas Armadas españolas han participado en varias maniobras junto a Estados Unidos, ya fuera en el marco de la OTAN o de carácter bilateral. Las fragatas F-100, como lo es la Méndez Núñez, tienen sistemas de defensa aérea y un diseño muy similar a las norteamericanas, por lo que la integración de ambas partes resulta sencilla.

La industria de Defensa española lo interpretaba además como un escaparate para lucir los últimos sistemas integrados a las fragatas F-100. Estados Unidos quiere renovar su flota de fragatas. Navantia aspira a llevarse el concurso, al que se ha presentado con los astilleros norteamericanos General Dynamics Bath Iron Works en una alianza bautizada con el nombre de FFG(x). La competencia es grande y otras cuatro firmas han puesto sus proyectos sobre la mesa.

El despliegue futuro de la Méndez Núñez baila todavía sobre algunas incertidumbres. Su destino inmediato es Bombay: la dotación de la fragata española, más de 200 efectivos, ejercerán en la ciudad india su derecho a voto de cara a las elecciones del 26-M.

¿Y después? Defensa tiene previsto que el buque se reincorpore al grupo de combate estadounidense una vez abandone el Golfo Pérsico para seguir con su ruta establecida. En el caso de que esa reintegración no se llegue a fraguar, se plantea la posibilidad de incorporarlo a la operación Atalanta de lucha contra la piratería en las aguas que bañan las costas de Somalia.