La obsesión de los últimos años de David Pla, el último jefe de ETA, ha sido la de mantener la disciplina interna entre los miembros de la organización terrorista. La cúpula de la banda ha impuesto su férrea disciplina entre rejas, donde se encuentra la mayor parte de sus integrantes. En más de una ocasión, la dirección ha tenido que llamar al orden a algunas voces internas "rebeldes" con sus dictados. En especial, en el momento en el que se anunció la disolución de sus estructuras. Las Fuerzas de Seguridad siguen de cerca sus pasos. Temen que los movimientos del Nuevo IRA, tras el reciente asesinato de la periodista Lyra McKee, inspire escisiones descontroladas.

Porque la historia de ETA y del IRA irlandés han ido de la mano en muchos de sus compases. Sin ir más lejos, el 8 de marzo de 1999 se materializó un encuentro entre ambas partes en el hotel Printannia, en París. Fuentes policiales ubican en el escenario a James Monaghan y a Mary Evelyn Glenholmes -se hacía llamar Jennifer- por parte de los norirlandeses, y a José Javier Arizkuren, Kantauri, y Mikel Zubimendi. ¿El asunto a tratar? Tráfico de armas: el IRA vendió a los etarras unos misiles por 500.000 euros.

Los vasos comunicantes entre las dos organizaciones terroristas han sido caudalosos en ciertos momentos de su existencia. Pero la asfixia policial, judicial y social a ETA terminaron por cerrarlos. Al menos, en estos términos. Porque el entorno abertzale ha puesto como ejemplo en numerosas ocasiones el "proceso" vivido en Irlanda del Norte como espejo en el que debería mirarse España.

Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por EL ESPAÑOL señalan que ese espejo tiene una doble cara. Porque desde Belfast viven con especial alerta los últimos pasos del Nuevo IRA, una escisión que apuesta con volver a las armas. Una apuesta firme y ya cumplida, como demostraron el pasado mes de abril: la policía ya ha detenido a cuatro individuos por el asesinato de la periodista Lyra McKee, reivindicado por esta escisión terrorista.

Lyra McKee, la periodista asesinada en un crimen reivindicado por el Nuevo Ira. Reuters

Pero no es el único episodio. Porque el pasado mes de enero explotó un coche en la localidad norirlandesa de Londonderry. Los investigadores no tuvieron dudas y lo atribuyeron al Nuevo IRA. La sacudida estremeció a una sociedad que mira con horror su pasado reciente.

Los "rebeldes" de ATA

Ya no hay vasos comunicantes, pero sí un reflejo peligroso. Así lo sostienen las mismas fuentes, que analizan si dentro de ETA puede haber un encaje similar al del Nuevo IRA. La respuesta es afirmativa, pero con matices. 

Ya existen estructuras "rebeldes", contrarias a los preceptos impuestos desde la dirección de la banda terrorista, como señalan desde las fuerzas de lucha antiterrorista. La más importante, que reúne a apenas un puñado de individuos, se conoce bajo el nombre de ATA. Uno de sus miembros, Iñaki Bilbao, se expresó así en una conversación con su compañera Isabel Delgado recogida por El Mundo: "Si a mí me dieran una oportunidad en esta vida, cogería un arma y haría la lucha armada aunque fuera solo".

Desde ATA son especialmente críticos con figuras como Arnaldo Otegi, a quien acusan de haberse integrado en el mismo sistema que pretendían reventar. Consideran que los últimos dirigentes etarras han renunciado a su verdadero espíritu. Y mirarían con repudio imágenes como la del propio David Pla -quien recientemente salió de la cárcel francesa de Osny- sujetando una bandera de EH Bildu.

David Pla, al salir de la cárcel de Osny, con una bandera de EH Bildu.

Existen ciertas estructuras, sí. Pero son frágiles. De ahí los matices. Las fuentes consultadas por este diario señalan que apenas tienen capacidad operativa y que la inmensa mayoría de los terroristas que se han alineado con ATA todavía están entre rejas.

El mensaje del coronel Díaz Blanco

El coronel Valentín Díaz Blanco, guardia civil del Servicio de Información, apuntó esta misma semana que siguen los pasos de los disidentes de ETA. En un desayuno informativo señaló que la amenaza, hoy en día, no es real, pero sí lo es en potencia. Coger un arma y perpetrar un crimen puede ser relativamente sencillo para alguien que ya lo ha cometido y que está descontento con el rumbo de la organización terrorista.

Más aún si tiene esas armas al alcance de la mano. Según el coronel, ETA entregó un inventario de sus armas repartido en 14 puntos. Uno de esos puntos nunca apareció y los expertos sospechan que su contenido puede estar en manos de los disidentes.

ETA anuncia su disolución definitiva sin perdón ni arrepentimiento

Esa afirmación no excluye la visión que arroja el ministro Fernando Grande-Marlaska: "ETA está absolutamente derrotada y disuelta", afirmó este jueves en un acto de la Policía celebrado en Bilbao. El responsable de Interior, no obstante, sí admitió una vigilancia sobre el sector más duro de los terroristas: "Para eso están la Guardia Civil y la Policía Nacional".

El mensaje de los cuerpos policiales es claro: es imprescindible la prevención y seguimiento para evitar que los "rebeldes" de ETA se miren en el espejo del Nuevo IRA. No faltan medios -ni experiencia- tras medio siglo de lucha antiterrorista.