Libia atraviesa una nueva crisis -si es que en la última década ha dejado de estarlo- que sacude los cimientos del país. El general Jalifa Haftar avanza en su ofensiva sobre Trípoli y la población paga las embestidas de una guerra de tintes civilistas, yihadistas y mafiosos. En los últimos años se ha debatido sobre la posibilidad de establecer una misión militar sobre el terreno, pero los informes militares lo desaconsejan. Las Fuerzas Armadas españolas, no obstante, tienen una misión en el horizonte en Libia que comienza a coger forma: la evacuación del personal de la OTAN que aún queda en el país.

España está integrada en varias misiones internacionales lideradas por la Alianza Atlántica: desde Afganistán hasta los países bálticos, pasando por el patrullaje en aguas del Mediterráneo. Pero el desarrollo de operaciones en el marco OTAN no se ciñe exclusivamente a estos escenarios. Nuestro país también cuenta con varios proyectos durmientes, a la espera de ser activados en caso de necesidad. Un planeamiento prudente para anticipar cualquier cambio es la máxima que impera.

Uno de esos planeamientos apunta a Libia. La OTAN no cuenta con una misión de combate en el país, como sí la tuvo en un pasado reciente. "No deberíamos plantearnos una intervención militar en Libia", apuntó Jens Stoltenberg, secretario general de la organización, en 2015. Pero sí hay personal de la Alianza Atlántica desplegado ejerciendo funciones de asesoramiento.

Seis civiles mueren en un bombardeo aéreo de Hafter en Trípoli

La situación en el país es cada vez más tensa. Un polvorín que se rige por tres gobiernos que no se reconocen entre sí, donde combaten grupúsculos personalistas, intereses prácticamente incompatibles, mafias de tráfico de seres humanos -de aquí proceden la mayoría de las barcazas que se lanzan a la deriva en aguas del Mediterráneo- yihadistas de diferentes banderas... un vacío de poder que ha propiciado el auge del general Jalifa Haftar, que avanza con sus tropas hacia Trípoli.

¿Cómo sería el despliegue?

En esas, cabe la posibilidad de una retirada inmediata del personal de la OTAN. Y dicha evacuación recaería en las Fuerzas Armadas españolas. El planeamiento concreto dependería de las circunstancias: desde la ubicación de dicho personal hacia los medios de los que disponga el Ejército. Cabe recordar que la Armada cuenta habitualmente con embarcaciones en el Mediterráneo integradas operaciones de la Alianza con el objetivo de combatir contra el terrorismo y otras amenazas.

La responsabilidad de desarrollar el plan recaería en el Mando de Operaciones (MOPS). Se trata del brazo ejecutor del Estado Mayor de la Defensa en lo que se refiere a misiones e intervenciones en el exterior. Desde este órgano se proyectan las misiones y se hace un seguimiento de las mismas.

Los medios de los que disponen Ejército de Tierra, Armada y Ejército del Aire, así como los cuerpos comunes o la Guardia Civil, pasan a depender del Mando de Operaciones cuando se encuentran desplegadas en cada una de estas misiones. En el caso de un posible despliegue para evacuar al personal OTAN de Libia, el Mando de Operaciones podría solicitar recursos a todos estos cuerpos para llevarla a cabo.

Incertidumbre por la situación

¿Será necesario hacer un despliegue de estas características? La situación que se vive en Libia es de una gran incertidumbre. "Los próximos días serán importantes para dilucidar el escenario libio", determina el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), órgano adscrito a la Moncloa, en un informe reciente sobre el estado del conflicto.

La duda se cierne sobre los próximos movimientos Ejército Nacional Libio (LNA), a los mandos del general Jalifa Haftar: "El LNA puede permanecer en las proximidades de Trípoli, sin intentar ningún avance, con objeto de presionar a una negociación en la que se le reconozca como una parte destacada para la solución del conflicto libio o intentar tomar la capital del país con el objeto de presentarse como el eje ante el que gire cualquier tipo de acuerdo", concluye el Departamento de Seguridad Nacional en su informe.

Una tensa calma que marcará el futuro del país y a la que asiste con preocupación la comunidad internacional. También las Fuerzas Armadas españolas que, a través del Mando de Operaciones, podrían ejecutar el rescate del personal OTAN en el país.

Noticias relacionadas