Los estatutos facultan para ello y Ferraz está decidido a utilizar la posibilidad. La Comisión Federal de Listas que el PSOE celebrará estos jueves y viernes tiene previsto grandes cambios en las listas para permitir el desembarco en las candidaturas a las elecciones generales de todos los ministros, a excepción de la autodescartada Nadia Calviño (Economía). Además, se espera que un buen número de cargos de la Ejecutiva que aún no tienen escaño aterricen también en las listas.

Es, como este lunes dijo el secretario de Organización, José Luis Ábalos, ni más ni menos que lo habitual. Y cuenta con el amparo de las normas del partido. Sin embargo, contraviene la promesa de Pedro Sánchez de escuchar a la militancia y no hacer cambios desde arriba a las propuestas llegadas directamente de los afiliados. 

La Comisión de Listas prevé enmendar las propuestas elevadas por las Ejecutivas provinciales, tras las presentación de nombres directamente por los militantes, al menos en una decena de provincias. En Ferraz se asegura que la renovación de las listas será muy amplia, quizás del 50%. Sin embargo, los nombres ya rejuvenecieron y cambiaron enormemente para las últimas elecciones, hace menos de cuatro años, por lo que numerosos sectores ven en las nuevas una purga de nombres incómodos para permitir grupos parlamentarios a medida de Pedro Sánchez. 

Las más peliagudas son las de Andalucía, donde se prevén cambios sustanciales en hasta cuatro provincias para que tengan acomodo los más estrechos colaboradores de Sánchez, entre ellos tres ministros: Luis Planas, por Córdoba, Fernando Grande-Marlaska, por Cádiz, y José Guirao, por Almería, a los que los militantes no han propuesto para los primeros puestos.

Problemas en Sevilla

La lista de Sevilla también sufrirá cambios, ya que Ferraz no quiere a Antonio Pradas, hasta ahora número uno y en la propuesta situado en el dos, justo por detrás de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. En el PSOE, las listas son cremallera, por lo que a un hombre debe seguir una mujer o viceversa. 

Pero hay más. En Palencia, Mariluz Martínez Seijo, secretaria de Educación de la Ejecutiva, desplazará al candidato propuesto. Algo así podría pasar en León con Iban García del Blanco (secretario de Cultura), que ahora no es diputado sino alto cargo en la administración tras la moción de censura. En Teruel, Ignacio Urquizu, diputado y con el apoyo masivo de su provincia, podría ser relegado a pesar de recibir elogios de numerosos sectores del partido, que ven en él una de las mejores cabezas del grupo en el Congreso. 

Ábalos defendió que las intervenciones de la Comisión de Listas serán algo "puntual" y para buscar el "equilibrio" entre "la responsabilidad de la dirección política y la voluntad soberana de las bases". Y que así ha sido siempre, ya que es la acción de Gobierno la que se somete a "veredicto" (de ahí el desembarco de ministros) y es habitual que "la dirección política del PSOE tenga presencia en el grupo parlamentario". Todo ello aunque las bases no hayan propuesto muchos de los nombres que impondrá Ferraz. 

"Hay que ganar las dos elecciones"

La dirección del PSOE no espera grandes tumultos. Es consciente de que el poder de Sánchez sobre la estructura del partido es enorme. Pero, además, la Comisión de Listas y el Comité Federal que dará carpetazo a las candidaturas este domingo también se pronuncia sobre los aspirantes a alcaldes y parlamentarios autonómicos del 26-M. Es decir, que quien dé la batalla podría estar indefenso ante la imposición de candidatos en listas más cercanas, sobre las que los barones ejercen un control mucho mayor en la actualidad.

"Todos somos lo suficientemente responsables y conscientes de que el 28 de abril tenemos elecciones, pero el 26 de mayo también. Entonces, no hay espacio para nada que no sea ganar estas elecciones y las siguientes", en palabras de Ábalos. 

De la lista europea no se sabe absolutamente nada. Más allá de que Josep Borrell la encabezará y se da por segura la presencia de algún diputado más, entre ellos Iratxe García, no ha habido consulta alguna a los militantes, más allá de sondeos informales a direcciones regionales. Muchos de los que quieren repetir cinco años en Europa no saben, tres días antes de que se decida su futuro, nada al respecto. Todo depende de Sánchez.