La Audiencia Provincial de Huesca ha absuelto a un grupo de siete militares acusados de una agresión racista a dos personas en la localidad oscense de Jaca. Los hechos juzgados ocurrieron en la madrugada del 26 de enero de 2014, cuando se produjo un enfrentamiento tumultuario a la salida de un bar. Los militares absueltos, por los que se pedía una pena de cinco años de cárcel, son un grupo de guardias reales.

Según detalla la sentencia de la Audiencia Provincial, dos individuos -los que denunciaron ser víctima de la agresión racista- tuvieron un enfrentamiento con un grupo de personas dentro de un establecimiento, un bar que estaba abarrotado de clientes. La mayoría de ellos eran militares que realizaban maniobras en el acuartelamiento de Jaca. El origen del enfrentamiento tuvo lugar en los baños, donde había una larga cola.

Los dos denunciantes se intercambiaron acusaciones con un grupo de individuos y en ese momento se disparó la tensión. El propietario del bar, un policía municipal, encendió las luces e instó a todos los presentes a abandonar las dependencias.

Los denunciantes aseguran que a la salida del establecimiento se produjo una agresión. Uno de ellos -siempre siguiendo su relato- se escapó hasta una comisaría de Policía cercana y pidió ayuda. Mientras, el otro y sus acompañantes se marcharon del lugar. Según afirman, cuando habían recorrido unos 10 o 20 metros, alguien gritó: "¡Este es!".

Al mismo tiempo, un grupo de personas rodeaba al denunciante, que asegura que le gritaron: "¡Negro, moro, musulmán!". Allí le habrían propinado varios golpes. Los partes médicos detallan varias heridas en la mandíbula, pérdida de dientes, quemaduras fruto de su caída contra el asfalto y otras lesiones.

De acuerdo al escrito de la Audiencia Provincial, los acusados -varios de ellos defendidos por el gabinete jurídico Suárez-Valdés- mostraron en todo momento una actitud colaborativa. 

El magistrado considera que las acusaciones no tienen mayor fundamento que las propias declaraciones de los denunciantes y que en ningún caso se puede probar que los militares estuvieran implicados en agresión alguna.