El excomisario José Villarejo compatibilizó durante años sus negocios personales con sus trabajos como encubierto para el Cuerpo Nacional de Policía. Tanto que junto al conseguidor José María Clemente (que operaba con nombre falso tras ser acusado de lavar dinero para narcos) trató de intermediar en la venta de activos inmobiliarios como El Palacio de Hielo de Madrid, el hotel Ritz o el hotel Mirasierra Suites.

La mayoría de estos inmuebles pertenecían a una sociedad llamada Logesban, administrada por el empresario Gonzalo Banús. En 2014, José María Clemente, que según la documentación judicial a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL se hacía llamar para esta operación José María Stuart, comienza a buscar operaciones tras ser condenado en Francia por medio de un contacto en Suiza, un financiero con doble nacionalidad llamado Julio Morín, responsable para España y Argentina del banco privado Degroof de Ginebra. Ambos operaban desde 2014 en nombre de una sociedad llamada Belmont Sl, una empresa ya liquidada.

Proyecto para la creación de la nueva Corporación Logesban.

En un primer momento, con Clemente de por medio, las sociedades de Villarejo firmaron en 2014 un contrato para elaborar un cuaderno de venta sobre 23 activos de la Corporación Logesban. La función de las sociedades del excomisario era elaborar un dossier para posibles inversores interesados en comprar estos activos. Una práctica habitual para la puesta en venta de grandes empresas. Sin embargo, el proyecto se fue modificando, y la implicación de Clemente en la creación de un gran grupo, también.

Beneficios a Holanda

Según la documentación presentada en el juzgado, Villarejo, Clemente y los dueños de Logesban planearon la creación de un gran conglomerado empresarial con más mil millones de euros en activos, a financiar por medio de una sociedad en Arabia Saudí, de nombre Isandi Holdings. La idea era crear un gran holding en Holanda que canalizara estas inversiones y mejorara la fiscalidad del grupo.

Entre los activos a incluir aparece la Ciudad Al-Mansur, el parque temático que el grupo de Villarejo proyectaba construir en Córdoba en un proyecto que arrastraba desde hacía más de diez años. Según la documentación interna de la operación, el proyecto para levantar el recinto de ocio, con un hotel, mercados medievales y una gran platea ecuestre, estaba valorado sobre el papel en 60 millones de euros.

Resumen de la planificación societaria prevista para la nueva constructora.

En aquellas fechas y según la documentación presentada ante la Justicia mercantil, el grupo inmobiliario valoraba crear una estructura en Reino Unido que aglutinara todos los activos del nuevo holding, con una estructura capaz de derivar los beneficios a Holanda y canalizar los fondos recibidos desde España y Arabia Saudí.

En esos movimientos se enmarcan, según explican a EL ESPAÑOL fuentes cercanas al negocio, los viajes publicados por el diario Público en los que el excomisario Villarejo acudió junto a Clemente y empresarios a Arabia Saudí en busca de financiación

Sin embargo la operación se rompió en 2015 cuando los máximos responsables de la Corporación Logesban detectaron el engaño de que su buscador de financiación, el hombre que prometía traer el dinero, no se llamaba José María Stuart y escondía además un oscuro pasado. La negativa de los empresarios a seguir adelante con el procedimiento llevó a los intervinientes a una serie de denuncias cruzadas en los juzgados. Como ejemplo, las sociedades de Villarejo presentaron una reclamación de 22.000 euros contra la corporación Logesban en virtud a los cuadernos de venta elaborados para la compañía. Sin embargo, el sueño de un gran grupo inmobiliario desapareció.

Entrada del hotel Ritz de Madrid, uno de los establecimientos más emblemáticos de la capital.