La Guardia Civil ha propuesto un modelo basado en planchas metálicas, barrotes y cilindros para sustituir al vallado con concertinas instalado en diferentes tramos de Ceuta y Melilla. Se trata de un modelo que garantizaría la firmeza en las fronteras y minimizaría las lesiones en los inmigrantes que tratan de alcanzar España. El cambio en el vallado se realizará en las próximas semanas.

Tras asumir el cargo de ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska afirmó que retiraría las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla. Desde entonces, el Ministerio ha trabajado en el desarrollo de un sistema eficaz y alternativo. Los principales colectivos implicados, incluidos fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, han presentado sus propuestas.

La de la Guardia Civil pasa por un vallado que poco tiene que ver con el actual. Los agentes del Instituto Armado consideran que el método más eficaz es la instalación de unos barrotes elevados, que harían las veces de postes, y entre los cuales se intercalarían planchas metálicas de grandes dimensiones. De este modo, se evitaría que los inmigrantes utilicen ganchos para trepar por la frontera, como lo hacen en la actual malla metálica. 

La Guardia Civil denuncia la falta de agentes y medios para evitar los saltos a la valla de Ceuta

Pero hay más. En lo alto del vallado -siempre siguiendo la propuesta de la Guardia Civil- se instalarían unos cilindros rotatorios. De ese modo, si alguien alcanza el punto más elevado, no podría asirse al extremo, puesto que la rotación del cilindro se lo impediría. "Es tan infranqueable como la actual pero produce menos daños", señalan las mismas fuentes.

Cambios inminentes

En la actualidad, 12 kilómetros de valla protegen la frontera de Melilla y otros 8, la de Ceuta. Aproximadamente un tercio del vallado está cubierto con concertinas, correspondiendo a los puntos más vulnerables. Además, Marruecos dispone de otro vallado que viaja en paralelo al español, además de un foso de unos dos metros de profundidad y una alambrada de espino.

La propuesta de la Guardia Civil es una más de las que ha recibido Interior para retirar las concertinas. También la ha presentado Policía Nacional, así como otros agentes implicados en la seguridad de las fronteras. Fuentes del Ministerio indican que actualmente se están analizando todas ellas y que próximamente se escogerá una de ellas. Está previsto que en las próximas semanas se inicien las obras para el cambio definitivo del vallado.

Los inmigrantes africanos esperan junto al centro de inmigrantes CETI, en Ceuta. REUTERS

Rutas alternativas

Los últimos informes del Ministerio de Interior reflejan una presión migratoria decreciente sobre las vallas de las Ciudades Autónomas. Entre otros motivos, debido a la devolución a Marruecos de 116 personas que saltaron a Ceuta el pasado mes de agosto, aplicando un acuerdo bilateral de 1992 que había caído en desuso. La medida ha provocado una fuerte disuasión en estos frentes fronterizos.

Ahora, las mafias de tráfico de personas explotan en mayor medida la vía marítima: arrojan sus barcazas desde costas marroquíes o argelinas con la gasolina suficiente para cruzar el mar de Alborán. Como consecuencia, ya se han registrado casos en los que los traficantes de drogas habilitan espacios en sus narcolanchas para los inmigrantes.

Pese a todo, Guardia Civil y Policía Nacional afrontan periódicamente intentos de saltos en las vallas de Ceuta y Melilla. En la mayoría de ocasiones se trata de dos o tres individuos que intentan llegar a España. Son más difíciles de detectar que los grupos masivos, pero tienen menos oportunidades de alcanzar su meta con éxito.

Los últimos saltos masivos de Ceuta tuvieron lugar en julio y agosto de 2018. Alrededor de 600 personas lo lograron. En octubre, dos centenares de inmigrantes saltaron la de Melilla; uno de ellos falleció por un fallo cardiorrespiratorio. En todos los casos se registraron múltiples heridos, también en filas de la Guardia Civil.

Asociaciones de la Guardia Civil pidieron entonces más medios -humanos y materiales- para hacer frente a los asaltos masivos bajo unas mínimas condiciones de seguridad. Algunas de ellas advirtieron del riesgo que podría suponer la retirada de las cuchillas para los agentes. La valla de barrotes, planchas metálicas y cilindros cumpliría con la exigencia de seguridad fronteriza ante la retirada de las polémicas concertinas.