Poli bueno y poli malo. El Gobierno tiene dos miradas muy diferentes respecto al diálogo con los partidos independentistas catalanes y, por el medio, se han colado los Presupuestos Generales del Estado, para los que son imprescindibles los votos nacionalistas. Este martes, las dos posturas gubernamentales han quedado de manifiesto en un lapso de unos pocos minutos en el Senado con las palabras de la vicepresidenta, Carmen Calvo, y el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha apostado por seguir dialogando con los partidos independentistas. "Si dialogar es un delito, soy culpable. Y espero mi condena", dijo solemnemente en el pleno de la Cámara Alta.

Unos minutos antes, ante la prensa, había aceptado una de las reivindicaciones de la Generalitat: una nueva mesa de diálogo, en este caso de partidos políticos del conjunto de España, en la que el PSOE participará y donde se incluirá la figura de un "coordinador". "Alguien que sea capaz de decir: 'Nos convocamos, tomo nota de lo que vais hablando', un poco ayudar", según Calvo. "Es lo que hace un relator en un congreso, alguien que entienda de política".

Calvo: "Si dialogar es un delito, soy culpable y espero mi condena"

Un mediador sin llamarle mediador

Los términos son importantes, pero el Gobierno y los socialistas no los tienen muy claros. Por la mañana, el líder del PSC, Miquel Iceta, habló de "notario" y por la tarde, Calvo lo hizo de "coordinador". Ambos rechazaron el término "mediador", que traslada la impresión de un conflicto demasiado abierto que no es capaz de resolverse por los cauces existentes y que podría dar pie a una implicación de actores internacionales. Sin embargo, tanto Calvo como Iceta fueron incapaces de explicar las funciones de esta figura y en el Gobierno tampoco tenían muy claro el ámbito de la mesa de diálogo y sus integrantes. 

Este lunes, el PDeCAT expresaba así su exigencia a cambio de no tumbar la tramitación de los Presupuestos: "una mesa de diálogo bilateral para encontrar una solución política al conflicto de Cataluña, con la presencia de un mediador neutral que garantice el cumplimiento de los acuerdos a los que se lleguen". 

Pero ERC va mucho más allá y reclama abiertamente el derecho a la autodeterminación de Cataluña y que el Gobierno inste a la Fiscalía a rebajar las actuaciones contra los políticos independentistas en prisión para que salgan en libertad.

"Alguien neutral"

Fuentes de Moncloa han trasladado a El Español que el diálogo con Cataluña debe desarrollarse en un marco institucional - a través de la reunión bilateral prevista en el Estatuto catalán entre el presidente del Gobierno y el de la Generalitat - y en la mesa abierta a los partidos catalanes que "han de encontrar puntos en común que saquen a la sociedad catalana dela actual escenario de fractura".

Es en este último marco o espacio donde Moncloa declara que habrá "un relator que coordine las reuniones y ayude en su desarrollo". En cuanto al perfil de la persona que desempeñará dicho cargo, el Gobierno ha explicado que se buscará a alguien "neutral y elegido de común acuerdo".

Borrell y el ibuprofeno

En el pleno del Senado, Borrell se ha plantado ante tales pretensiones y lo ha hecho a cuenta de una de sus metáforas, la de la política ibuprofeno con la que hace tiempo trató de describir la estrategia del Gobierno de tratar de rebajar la tensión. 

"Es posible que en materia de actuación sobre la política, el ibuprofeno no tenga efectos tan rápidos como los tiene sobre el cuerpo humano", ha reconocido. 

El ministro ha defendido en la sesión de control al Senado "encontrar soluciones dentro del marco de la Constitución. Este Gobierno no hará ninguna concesión fuera del marco de la Constitución. De eso puede estar usted y todos los españoles seguros".

"Quizás llegará un momento en que terminemos el intento"

Ante la senadora Luisa Fernanda Rudi (PP), Borrell ha lamentado que "ese diálogo no ha dado de momento los resultados esperados y llegará quizá un momento en el que demos por terminado el intento, pero no ha llegado ese momento en la medida en que creemos que determinados antiinflamatorios tienen efectos más lentos de lo previsto". 

"Si el proceso de desinflamar no da resultados, o se hace depender, como hemos escuchado hace pocas horas, de condiciones imposibles" como la excarcelación de presos bajo tutela judicial o un referéndum de autodeterminación, "habrá que suspender la terapia del ibuprofeno. Ya sabe usted que hay algunas personas que son inmunes a algunas medicinas y quizás nos encontremos ante el caso de inmunidad al ibuprofeno", según él. 

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