El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha reconocido que existen aún "averías inadmisibles" en el ferrocarril de Extremadura pese a las medidas que fueron implementadas en los últimos meses, por lo que el Gobierno insistirá en las mejoras y revisará los protocolos.

Ábalos lo ha manifestado en un tuit, después de que se hayan producido cuatro incidentes en trenes extremeños que han afectado a unos 300 viajeros.

"Entiendo la indignación de los usuarios del tren de Extremadura. Pese a las medidas implementadas, que han reducido averías, aún se dan otras inadmisibles", ha tuiteado Ábalos.

Ha añadido: "Insistiremos en las mejoras e inversiones comprometidas y revisaremos los protocolos de actuación ante estas situaciones".

Renfe ha abierto una investigación interna para evaluar los fallos mecánicos que hicieron que un servicio de media distancia entre Badajoz y Madrid tuviera el la noche del martes al miércoles un retraso de 4 horas y 20 minutos, que afectó a 163 pasajeros.

La llegada de 2019 no ha supuesto cambios en el servicio ferroviario extremeño, con cuatro averías en menos de 24 horas que han afectado a cerca de 300 pasajeros, ello a pesar de la incorporación en 2018 de nuevo material rodante y del cese de dos directivos tras serias incidencias ocurridas en el Puente del Pilar.

Como cada vez que ocurre una situación de estas características, la indignación cunde entre los extremeños, cansados de promesas incumplidas, y el Gobierno socialista de la Junta sale al paso para exigir que se depuren responsabilidades, en este caso para pedir incluso la suspensión temporal del servicio y alternativas de movilidad viables.

Esta vez, "la gota que ha colmado el vaso" de la paciencia de los extremeños han sido cuatro incidentes nada más comenzar el año, entre ellos el de un tren detenido en mitad del campo, a dos kilómetros de Navalmoral de la Mata (Cáceres), sin luz ni calefacción, y cuyos pasajeros llegaron a Madrid con cuatro horas de retraso.

Los viajeros de este tren, que ya habían sido transbordados en Mérida desde otro que había sufrido una avería, podían haberlo hecho a un s-599 en lugar de a un s-598, un modelo con una antigüedad mínima de 15 años y que concentra "el 72 % de las incidencias motivadas por problemas del material", según reconoció Renfe cuando anunció la sustitución de material rodante el pasado año.

Precisamente ésta ha sido una de las principales medidas adoptadas por el Ministerio de Fomento de José Luis Ábalos para mejorar el servicio de la línea convencional.

Hasta diciembre se incorporaron cinco trenes s-599 en sustitución de otros tantos s-598, actuación que se completará de forma escalonada con la renovación de un total de 11 trenes más modernos de la citada serie 599, los cuales no superan los 10 de años de antigüedad, aportan mayor fiabilidad e incrementan las plazas.

Dos de estos trenes se introdujeron en agosto, un período, el veraniego, en el que debido a las altas temperaturas aumentan sustancialmente los retrasos, incidencias y averías en la red ferroviaria extremeña, que no tiene ni un solo metro de vía duplicada ni electrificada en sus 725 kilómetros.

La región no dispone de servicios de larga distancia, todavía tiene tramos con traviesas de madera y carriles del siglo XIX, y limitaciones de velocidad de 50 e incluso 30 km/h, y el viaje Badajoz-Madrid se sitúa entre las cinco horas del Talgo -que volvió a operar en marzo de 2018- y las ocho con transbordo.

La asociación de consumidores Facua se ha dirigido al Ministerio de Fomento para que solucione las "graves deficiencias" de los ferrocarriles que circulan por Extremadura y le ha instado a vigilar que Renfe compensa a los afectados por la avería en el tren Badajoz-Madrid, como recoge el reglamento europeo.