La Generalitat se tienta la ropa. Las tres cartas enviadas por el Gobierno este lunes, en las que se incluía la amenaza de desplegar policías y guardias civiles para garantizar el orden, no ha hecho que el Govern se rasgue las vestiduras sino, al contrario, un gesto de contención. 

La consellera de Presidencia y portavoz, Elsa Artadi, compareció tras la reunión del Govern para declarar su "sorpresa" por el "correo epistolar" del Ejecutivo central y le pidió "volver al diálogo y no dejarse llevar por los discursos del PP". "Nos decepciona este cambio", confesó. 

Pero, lejos de responder asegurando que no aceptarán la presencia reforzada de policías y guardias civiles, que plantarán cara al Gobierno o que no aceptarán intromisión alguna en sus competencias, la Generalitat trató de defenderse para tratar de convencer al Ejecutivo de que la actuación de los Mossos ante el corte de la AP-7 fue la correcta. 

"No tenemos ninguna duda" sobre la actuación de los Mossos, dijo Artadi, asegurando que siempre se guían por "criterios técnicos y policiales". La portavoz hizo extensiva la afirmación a las manifestaciones del 6 de diciembre, cuando los agentes autonómicos cargaron contra los Comités de Defensa de la República (CDR) tras un ataque violento de estos comandos.

Torra, los Mossos y los CDR

Esas manifestaciones comportaron una desautorización de Quim Torra y un ultimátum a Miquel Buch, conseller de Interior, para que llevase a cargo una purga en el cuerpo. Pero eso es agua pasada, Torra ha reculado en su crítica al cuerpo policial y ahora asegura que los Mossos, que se limitaron a mirar cómo los CDR cortaban la AP-7, lo hicieron por motivos técnicos, no bajo las órdenes políticas de la Generalitat que los había reprendido horas antes por actuar contra los citados comandos. 

Preguntada sobre la reunión del Consejo de Ministros que se celebrará en Barcelona el 21 de diciembre, Artadi aseguró que no ha recibido ninguna "comunicación formal" por lo que la Generalitat no prepara ningún "dispositivo" de seguridad a pesar de las manifestaciones que se han convocado ya para mostrar la repulsa y tratar de sabotearlo.

Por si fuera poco, la CUP ha llamado pidió este martes paralizar Cataluña desde que empiece el juicio a los dirigentes independentistas, cuya primera vista será el martes 18 de diciembre, tres días antes del Consejo de Ministros. "Haremos todo lo posible para pararlo todo" para "acusar al Estado" y "defender el derecho de autodeterminación y a la independencia, para tumbar al 'régimen del 78', y porque somos anticapitalistas", en palabras del diputado en el Parlament Carles Riera. 

Artadi, en cualquier caso, sí ha asegurado que la Generalitat velará por el mantenimiento del orden público en general en Cataluña, una función asignada a los Mossos, aunque no haya dispositivo para proteger el Consejo de Ministros. 

Desde Madrid, el diputado del PDeCAT, Carles Campuzano, aseguró que el Gobierno es "muy poco responsable" por sus cartas a la Generalitat y alertó de que el Consejo de Ministros puede crear "irritación en sectores de la sociedad catalana" al no venir acompañado de una solución política para Cataluña. 

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