El Gran Premio de Abu Dhabi de Fórmula 1, última prueba de la temporada y donde Fernando Alonso ha disputado su última carrera, ha dado para mucho. A la aparición del rey Juan Carlos junto a la infanta Cristina en la que ha supuesto su rehabilitación pública, se ha sumado el encuentro del rey emérito con Mohamed bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudí que encargó el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.

El encuentro entre el rey Juan Carlos y Bin Salman se produjo en el palco de autoridades del circuito de Yas Marina. La instantánea del saludo entre ambos, publicada por el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí en su cuenta de Twitter, se produce en medio de la polémica por el caso Khashoggi. El rey Juan Carlos es el primer líder occidental que se ha dejado ver en público con el príncipe heredero que, según la CIA, es la persona que encargó el asesinato del periodista de The Washington Post.

La Agencia de Inteligencia de EEUU habría recogido una conversación entre Mohamed bin Salman y su hermano menor Khalid, embajador saudí en Washington, en la que Mohamed dio instrucciones de “silenciar a Khashoggi cuanto antes”.

Arabia Saudí ha defendido siempre que el heredero al trono y líder de facto de la monarquía saudí nunca tuvo conocimiento de los planes de asesinato que, según el régimen, llevaron a cabo un comando formado por 15 agentes y tres funcionarios cercanos al Gobierno saudí.

La directora de la CIA, Gina Haspel, reveló la existencia de esta grabación a las autoridades turcas durante su visita a Ankara, aseguró el periódico turco Hürriyet. Cuando Reuters preguntó a la Agencia sobre las informaciones del diario turco, ésta rechazó hacer ningún comentario, y funcionarios del Gobierno turco dijeron que las desconocían.

Material de defensa

Aunque las relaciones de amistad entre la Monarquía española y la Casa Real saudí son antiguas, la imagen del rey emérito con el príncipe heredero saudí deja en una situación complicada tanto al rey Felipe VI como al Gobierno. Las relación entre ambas monarquías han sido relevantes para los intereses comerciales de ambos países: las exportaciones de España a Arabia Saudí superan los 2.000 millones de euros anuales y España es el cuarto mayor proveedor de material de defensa.

España batió un récord en la venta de armamento a Arabia Saudí el año en que estalló la guerra de Yemen. Los datos oficiales reflejan que 2015, el ejercicio en que se firmó también la polémica venta de 400 bombas que finalmente se entregarán a Riad, registró operaciones mucho más jugosas con la monarquía saudí. Las exportaciones a ese país representaron un 14% del total y prácticamente duplicaron (crecieron un 86%) las cifras de 2014.

La comisión de Defensa del Congreso decidió el pasado 23 de octubre mantener los contratos con Arabia Saudí en vigor. El PSOE y el PP, que con sus votos sacaron adelante esta posición –Ciudadanos y PNV se abstuvieron, mientras ERC, PDECat, Unidos Podemos y Compromís votaron por la anulación de esos contratos–, afirmaron que no se debían tomar decisiones unilaterales, como hizo Alemania, y que un embargo a Arabia Saudí debería ser decidido por la UE.