La Universidad Camilo José Cela ha sido premiada este jueves en el Parlamento Europeo con el premio Ciudadano Europeo en reconocimiento al diseño e implantación del Proyecto Integra desarrollado por su fundación. 

El acto de entrega tuvo lugar en la sede de la Eurocámara en Bruselas y contó con la presencia de Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo y Ramón Luis Valcárcel, vicepresidente del Parlamento Europeo, que hace unos días impartió una conferencia en la UCJC. 

El galardón lo han recogido la presidenta de la Institución Educativa SEK –a la que la UCJC pertenece– Nieves Segovia y el director de la Fundación UCJC, Ignacio Sell, de manos de la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Sylvie Guillaume.

Este galardón “reconoce a quienes promueven los valores europeos y la comprensión mutua o facilitan la cooperación transfronteriza”, según establece el Parlamento Europeo. La Eurocámara ha reconocido un total de 47 proyectos de los 28 países de la Unión Europea.

"Gran reconocimiento al compromiso y esfuerzo"

Para Nieves Segovia “este es un gran reconocimiento al compromiso y esfuerzo que la Universidad Camilo José Cela ha dedicado a proyectos en innovación social educativa y a la formación integral de sus alumnos en valores humanos, respeto a la diversidad y promoción de la multiculturalidad en sus aulas favoreciendo así la cohesión de las sociedades europeas.”

El Proyecto Integra de la UCJC tiene como objetivo facilitar el acceso a estudiantes internacionales precedentes de países en conflicto a programas formativos en distintas disciplinas para ayudarles a alcanzar, de la forma más completa posible, una integración personal, social y académica en nuestro país.

En estos momentos, los 10 estudiantes, ocho hombres y dos mujeres que proceden de zonas de guerra de Siria (Damasco, Alepo y Homs), Irak, Ucrania (Xercoh) y Afganistán, están cursando el segundo año de sus estudios de Grado.

Colaboración con otras instituciones

El Proyecto Integra fue diseñado, propuesto e implementado en 2016 junto a otras instituciones como UNICEF, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo y la UCJC como respuesta a la demanda social y humanitaria expresada por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.

Según el Alto Comisionado, los países europeos debían facilitar el acceso a estudios superiores a refugiados que ya eran estudiantes en sus países de origen.

En la selección de los estudiantes se tuvo en cuenta su consideración de refugiados (o demandantes de asilo) así como el criterio de mayoría de edad, que tuvieran el bachillerato (o equivalente) terminado, su expediente académico y su procedencia de áreas de conflicto derivadas de guerras o terrorismo. No se tuvo en cuenta su religión, nacionalidad, ideología política ni etnia.