Pablo Iglesias ha regresado del verano con dureza, marcando el paso al Gobierno en la negociación de Presupuestos y empujando hacia la "extrema derecha" al Partido Popular y a Ciudadanos. Una afirmación contundente en su entrevista con Ana Pastor en La Sexta, pero no menos que la que le siguió cuando desarrolló su argumento: para el líder de Podemos los separatistas encarcelados son "claramente presos políticos". De hecho, se ha colgado la medalla de haber sido "el primero que los calificó así en España".

Parte de la entrevista se centró esencialmente en la negociación de Presupuestos y cómo Podemos está apretando del dogal de Sánchez para apuntarse todos los tantos de gasto social. Pero esas cuentas se toparán con la dificultad de poner de acuerdo al PSOE, a Podemos y a partidos como ERC, PDeCAT, Bildu y PNV, cuyo discurso se sustenta en cuestiones identitarias y hasta de desafío a la Constitución.

En ese punto, Iglesias se mostró como el eslabón perdido entre los socialistas que apoyaron la aplicación del artículo 155 tras la declaración de independencia catalana del 27 de octubre pasado y los separatistas que la proclamaron. "Las señales que envía Europa son un mensaje para el Poder Judicial en España", dijo antes de afirmar que "el Gobierno no puede llamar a la Fiscalía a dar órdenes", pero él sí puede asegurar que los presos separatistas son "presos políticos". Una de cal y una de arena:no se puede obviar la separación de poderes, pero sí se puede deslegitimar al juez que los ha enviado a prisión.

Todo lo que no es izquierda es "extrema derecha"

Durante su entrevista en El Objetivo, Iglesias deslegitimó a Pablo Casado y Albert Rivera, a los que acusó de "defender a Franco" por haberse abstenido junto a sus grupos en la convalidación del Real Decreto Ley del Gobierno para exhumar los restos del dictador. Una calificación curiosa, cuando él mismo ha tenido que reconocer que su partido también se abstuvo en otra convalidación de Real Decreto. Para el líder morado, Podemos sí que tenía derecho a no apoyar por motivos técnicos el texto que sacaba adelante las medidas para el Pacto de Estado contra la Violencia de Género: "Es que no había financiación, pero ese acuerdo lo impulsamos nosotros".

De lo que no se habló es de que tanto los populares como Cs, cuando Mariano Rajoy gobernaba con los apoyos del partido naranja, ya habían votado a favor de condenar el franquismo, y así lo aprobó el Congreso de forma unánime en julio de 2017. De hecho, los líderes de ambas formaciones han explicado que su postura abstencionista en esta ocasión nada tenía que ver con un apoyo a la dictadura -todos los dirigentes de ambas formaciones se han referido siempre a Franco como "dictador"-, sino con el desacuerdo con las formas unilaterales elegidas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez para sacar adelante su revisionismo histórico.

Pero Iglesia, en su afán por señalar como extremistas al PP y Ciudadanos, llegó a decir que ambos líderes "que son más jóvenes que yo", están en posiciones "que no veíamos desde Blas Piñar", al punto de que están deseando "llevar los tanques a Cataluña" como única solución al desafío independentista. 

En ese sentido, el líder del partido morado emplazó tanto a Sánchez como a los partidos separatistas a que decidan si quieren tensar la cuerda tanto como para que haya una ruptura: "Tenemos que impedir que la extrema derecha vuelva al Gobierno en España", dijo en respuesta a una pregunta sobre la negociación presupuestaria.

Considera Iglesias que la mayoría que sirvió para desalojar a Rajoy de la Moncloa tiene que servir para "seguir trabajando por la gente" y que eso implica que tanto PDeCAT como ERC sean capaces de "separar los debates" para sacar adelante las cuentas públicas y, así, poder agotar la legislatura.