La presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha declarado que ha recibido amenazas y presiones por parte del PSOE por no admitir la tramitación de la enmienda presupuestaria de la ley de violencia de género para evitar el veto del Senado a las cuentas del Gobierno. "Hay quien, cuando no le gusta las decisiones, coacciona", ha señalado.

PP y Ciudadanos tumban la enmienda socialista en la Mesa

"Cuando un órgano como la mesa  toma una decisión, no se puede amenazar de forma preventiva. Y cuando uno se siente amenazado uno debe dejar claro que cumple la ley aunque le amenacen", ha dicho. 

La presidenta del Congreso ha reconocido en declaraciones a Onda Cero que estos días no lo está pasando bien porque no le gusta la confrontación pero advierte de que "no voy a cambiar de postura respeto a mis obligaciones". 

Pastor también ha explicado el hecho de no haber solicitado el informe a los letrados con que  “yo solita no tomo ninguna decisión” sino que han sido cinco los miembros de la Mesa que han decidido de esa forma. Además, ha señalado que este es un tema que no es político sino jurídico, de forma que “aquí no se actúa de parte, sino conforme a legalidad”.

La presidenta del Congreso ha negado que la Mesa haya actuado como tapón y que la inadmisión de la enmienda es un tema de legalidad. Ha considerado que se trata de un hecho “inédito”, que se intente introducir una enmienda a una ley que no tiene nada que ver, con el mismo texto a una proposición de ley que ya se ha admitido a trámite: “Lo inédito es que se generaría indefensión y se podrían aprobar dos textos sobre lo mismo porque se estarían tramitando dos veces”.

Sobre la invitación al presidente del Gobierno, Quim Torra, a acudir al Congreso de los Diputados, Ana Pastor ha explicado que todos los presidentes tienen la puerta abierta para traer cualquier iniciativa legislativa al Congreso".