Margarita Robles ni se va ni se siente presionada a pesar de las críticas, de fuera y de dentro del Gobierno, por la gestión del contrato de 9,2 millones de euros para vender bombas a Arabia Saudí. 

Este martes, a su llegada al Congreso, la ministra de Defensa ha asegurado que su relación con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es excelente y se siente muy cómoda en el Ejecutivo. 

"Me siento absolutamente respaldada por el presidente del Gobierno, por el proyecto que define la actuación del Gobierno y creo que hay que seguir trabajando", ha dicho en declaraciones a los periodistas. "Me siento muy cómoda en el Ministerio de Defensa y en lo que hacen las Fuerzas Armadas trabajando por la paz. En cuanto a otras cuestiones, para el Ministerio de Defensa es un caso cerrado", ha dicho en referencia al contrato con Arabia Saudí. 

Robles se siente respaldada por Sánchez y zanja la polémica de las bombas

La paralización del contrato que debía entregar 400 bombas a Arabia Saudí desencadenó protestas en los trabajadores de Navantia en San Fernando (Cádiz), que creyeron que un encargo del país del Golfo para construir cinco corbetas por 1.800 millones estaba en peligro. La presión pronto fue aprovechada por la oposición y por los críticos de Robles en el Gobierno, que la criticaron en privado y, en el caso de Josep Borrell, el ministro de Exteriores, llegaron a desautorizarla en público

Desautorización y críticas

Este domingo, fue Sánchez el que sugirió que Robles no vio "el perjuicio que anular el contrato podía provocar en otros contratos". "Por este motivo, el presidente del Gobierno, que soy yo, entra" para "mantener los contratos con Arabia Saudí y los contratos de trabajo en la bahía de Cádiz", dijo en una entrevista en La Sexta

Para Robles este es un caso cerrado, pero la crisis ha hecho mella en su fortaleza dentro del Gobierno y en su percepción en el PSOE, donde siempre ha tenido críticos por su feroz independencia. En conversación con EL ESPAÑOL, un ministro lamenta que Robles no hubiese rectificado y eso forzara al Ejecutivo a desautorizarla públicamente. "No quería rectificar y no se daba cuenta de todo lo que estaba en riesgo", lamenta este miembro del Ejecutivo.

"La ha montado muy gorda pero ya se le pasará", explica un miembro de la Ejecutiva del PSOE. Según algunos, de no haberse producido los escándalos del máster de la exministra Carmen Montón y las dudas sobre la tesis de Sánchez, la presión para Robles habría sido enorme. 

Lejos de arrugarse, Robles reivindica su gestión y arremete contra el PP ya que, según ella, ha aprovechado para hacer política con un tema de Estado tras estar en el origen de no pocos problemas en relación a contratos de Defensa. "En temas de Estado, ni critiqué al Gobierno anterior cuando había muchas razones para criticarlo ni entiendo que pueda ser razonable hacer críticas en estas materias", ha advertido. Está por ver qué hace el PP ante el anuncio de Unidos Podemos y ERC de pedir la comparecencia de Sánchez en el Congreso para dar explicaciones por el caso.

Respuesta a los críticos

Pero, sin mencionarlos, Robles también tenía algunas palabras para el fuego amigo proveniente del propio Gobierno y el PSOE. Ella es independiente (no tiene carné del PSOE), tiene mucha vida fuera de la política y además su relación con Sánchez es a prueba de bombas. 

"Me incorporé a este proyecto hace dos años y medio porque quise y porque creo que es el mejor proyecto para luchar contra las desigualdades y por la Justicia en España. Sigo creyendo profundamente en este proyecto", ha dicho. "Me siento perfectamente animada, contenta y creo en este proyecto. Eso es lo importante", según ella.  

Su elección como número dos del PSOE en la candidatura por Madrid ya sorprendió antes de las últimas elecciones. "Que sepa que es independiente, pero independiente de verdad", explicaba entonces un referente del partido. 

Desde entonces, Robles ha navegado entre su criterio personal y las servidumbres internas del PSOE, colocando involuntariamente en un lugar incómodo a Sánchez en algunas ocasiones. Pero Robles está contenta en Defensa, donde desarrolla una intensa agenda que no tiene intención de abandonar.

Noticias relacionadas