El jurado ha fallado este viernes que el profesor de saxofón juzgado en Vitoria por el asesinato de Alicia, una bebé de 17 meses, actuó con plena consciencia cuando mató a la pequeña arrojándola por el balcón y trató de matar también a su madre. Su veredicto, adoptado por unanimidad, rechaza los eximentes de enajenación mental planteados por la defensa, y abre la puerta a la imposición de la prisión permanente revisable, solicitada por las acusaciones, y máxima pena prevista en el Código Penal. Ahora es el juez a quien corresponde fijar la condena.

Las seis mujeres y tres hombres integrantes del tribunal popular han decidido que “ha quedado probado” que el acusado, Daniel Montaño, es culpable de ambos delitos, el asesinato y la tentativa de homicidio, y que actuó de “manera intencional” y con alevosía, ya que lo hizo “con medios y condiciones que impedían toda posibilidad de defensa” a sus víctimas.

Por el contrario, han rechazado las tesis de la defensa de que el encausado sufre una esquizofrenia paranoide no diagnosticada y que padecía un estado de enajenación mental cuando atacó a sus víctimas. Según su fallo, “no queda probado” que tuviera anulada o mermada sus capacidades intelectivas y volitivas, sin que pueda atenuarse la pena por este concepto. Desestima así la solicitud de aplicar una eximente, tanto de carácter plena como parcial.

El jurado falla que el asesino de la bebé de 17 meses era consciente de lo que hacía

El jurado no se ha creído el testimonio de Montaño, que durante el juicio realizó el apocalíptico relato de una mente trastornada sobre las circunstancias del crimen y aseguró que Alicia era “la semilla del mal” y había visto en sus ojos al demonio.

El tribunal popular ha conformado su fallo a lo largo de nueve horas de deliberación durante las que han respondido a las cinco preguntas trasladadas por el presidente de la sala.

El juez decide ahora sobre la prisión permanente revisable

Al magistrado, Jesús Poncela, corresponde ahora fijar la pena de cárcel que tendrá que cumplir el profesor de música, aunque la defensa ya ha anunciado que recurrirá la sentencia. El jurado ha estrechado el margen de maniobra del juez, que tendrá que decidir si impone la prisión permanente revisable, entre 25 y 35 años de cárcel, o se decanta por una pena más baja. Al no haberse aceptado la eximente por enajenación no podrá atender la petición de la defensa de que Montaño cumpla su condena en un hospital psiquiátrico y no en la cárcel.

El asesinato de la bebé de 17 meses conmocionó a los ciudadanos de Vitoria hace dos años. En la madrugada del día 25 de enero el músico sevillano, que entonces contaba con 30 años de edad, lanzó por la ventana de su piso de alquiler en una céntrica calle vitoriana a la bebé de 17 meses. La caída desde una altura de casi cinco metros produjo a la niña unas heridas de consecuencias mortales. Además agredió a la madre y mantuvo una fuerte pelea con ella, que se defendió con uñas y dientes, y de la que ambos salieron lesionados. El jurado ha atendido la declaración de Gabriela, entonces de 18 años, que afirmó que él trató asimismo de matarla tirándola también por el balcón.

La joven, de origen brasileño afincada en Burgos, había conocido a su agresor pocos meses antes a través de una red social y tras pasar juntos un fin de semana en una casa rural acudió con su hija al domicilio del profesor de música. Durante la noche Montaño le pidió que le practicara sexo oral, algo que Gabriela rechazó y que ella considera el desencadenante del crimen.

Durante la vista, desarrollada a lo largo de las dos últimas semanas en el Palacio de Justicia de la capital alavesa, la fiscalía, las acusaciones particulares y la acusación popular han justificado su decisión de pedir la prisión permanente revisable por el asesinato de la bebé por la gravedad de los hechos y el carácter de la víctima, una menor indefensa. Además han demandado que Montaño sea condenado también a diez años menos un día de cárcel por la tentativa de homicidio cometido contra la madre de la niña. Este viernes, oído el veredicto del jurado, se han ratificado en sus peticiones, que globalmente comportan asimismo el pago de una indemnización de 300.000 euros para cada uno de los progenitores de Alicia, así como el abono a Gabriela de la cuantía correspondiente a las lesiones causadas por Montaño.

Por la Audiencia Provincial han pasado más de 60 testigos, en su mayoría convocados por las partes para tratar de determinar si el acusado padece o no una enfermedad mental y su grado de consciencia cuando cometió el crimen. Dos peritos aportados por la defensa declararon que sufre una esquizofrenia paranoide pero la mayoría de los expertos consultados no suscribieron la existencia de esta patología, aunque sí apreciaron algunos trastornos de personalidad en su conducta que el jurado no ha considerado relevantes a la hora de conformar su veredicto.