Pedro Sánchez y la canciller alemana Ángela Merkel han acordado, esta mañana en su reunión en Doñana, fortalecer su alianza frente al desafío de la inmigración e intensificar la cooperación con Marruecos, como país de tránsito y de origen de inmigrantes hacia Europa, y con Túnez.

El presidente del Gobierno ha explicado que están en conversaciones con la UE para desbloquear una serie de recursos económicos que posibiliten a Marruecos "obtener materiales que les permitan ser mucho más eficaces en el control de sus fronteras".



Y, aunque no ha querido dar ninguna cifra porque "sería injusto e inapropiado", ha precisado que se trata de "muchísimos recursos económicos que ahora mismo la UE está volcando", no sólo en políticas migratorias, sino en otras relacionadas con el desarrollo económico y social.

Por otra parte, ambos mandatarios han enviado desde Sanlúcar un claro mensaje al ministro del Interior italiano, Mateo Salvini, principal voz en la UE de la línea dura contra la inmigración. "Ningún país puede liberarse de este desafío. Da igual que España sea el primer país de llegada de los inmigrantes o que Alemania sea un segundo país", ha afirmado la canciller alemana.

"Hemos hablado de inmigración, que es un tema que nos plantea un gran desafíio como Unión Europea y me complace comprobar que tenemos una postura común", ha dicho Merkel, que ha instado a "no sólo hablar sobre África, sino hablar con África".

"La UE no es una asociación, se basa en valores comunes, como el respeto a la dignidad humana, da igual que se trate de migrantes o de nacionales, debe ser respetada en todos los casos. El racismo no es un valor de la UE", ha continuado la canciller, que llegaba a la cita con Sánchez en Cádiz presionada por sus socios de Gobierno.

Por un lado, la Unión Socialcristiana de Baviera, que tiene elecciones regionales el 14 de octubre y exige a la canciller una posición más dura respecto a la inmigración. Por otro, los socialdemócratas (SPD), con los que conforma la gran coalición, han llamado a Merkel a mostrar más "solidaridad" con España en el asunto migratorio y no quedarse sólo en "buenas palabras".

Recado de Sánchez a PP y Cs

Pedro Sánchez, por su parte, se ha deshecho en elogios hacia Merkel, por su liderazgo y su "compromiso europeísta". "España y Alemania creemos en el avance de Europa, no en el retroceso", ha dicho, situándose como contraposición a la postura italiana en inmigración.

"Debemos reducir la profundidad del abismo de desigualdad (en África), pero no desde una visión aislada de los países miembros de la Unión", ha continuado Sánchez, que ha puesto también el foco en el rol determinante de Marruecos.

"Es uno de los principales socios de la UE, que también está sufriendo la presión migratoria de los países de origen, del África subsahariana. Debemos hablar no sólo del control de las fronteras o de la acogida humanitaria, sino sobre todo reforzar los movimientos secundarios y la cooperación al desarrollo, ofrecer en el medio plazo

oportunidades a los jóvenes de los países de origen", ha dicho.

Sánchez se ha defendido también a las críticas dentro de Españas a su gestión de la inmigración: "Pido a PP y Cs que no hagan oposición al Estado, que es hacerse oposición a sí mismos. Porque, además, uno acaba cayendo en contradiccción. El PP gobierna en ayuntamientos y comunidades autónomas y conoce perfectamente lo que supone el desafío de la inmigración".



El encuentro de hoy coincide con la entrada en vigor del acuerdo firmado entre los dos países para regular los flujos secundarios de refugiados que permite a Alemania devolver a España en 48 horas a los que hayan pedido asilo en España y lleguen a su territorio a través de la frontera con Austria.









Reunión en Doñana entre Sánchez y merkel