Tras ganar la carrera por la presidencia del Partido Popular, Pablo Casado subió este sábado al atril para presentar su proyecto para España. En su discurso de cierre del Congreso del Partido Popular, el sucesor de Rajoy presentó un decálogo de ideas que representa "un nuevo contrato con España".

Ese contrato deberá permitir, en sus palabras, "reforzar la Constitución y reformar el Código Penal", combatir el desafío independentista, luchar por la unificación del país y, así, "conectar con la España de las banderas en los balcones". En su discurso, dibujó un perfil ideológico conservador en temas como la familia, el aborto o la eutanasia.

Pablo Casado, nuevo presidente del PP E.E.

El decálogo del nuevo presidente popular presenta una idea de país cercana a los tiempos de José María Aznar, de quien fue jefe de gabinete entre 2009 y 2011. 

1. Fortalecimiento institucional

Este objetivo pasa "por reforzar nuestra Constitución en vez de plantear abrirla en canal; por intentar reforzar nuestro Código Penal para poder evitar cualquier desafío secesionista; por conectar con esa España de las banderas en los balcones que nos reclama seguir liderando la defensa de la unidad nacional".

2. Renovación política

Casado propone una "regeneración de verdad", que consiste en "posibles modificaciones electorales que debemos retomar", como la "modificación de la Ley Electoral con prima al partido ganador sin modificación de la Constitución", para que "no dependamos ni de bisagras nacionalistas ni de cualquier otro partido que luego socave nuestros intereses electorales, como ha pasado en la última legislatura".

3. Menos impuestos, más competitividad

Plantea otra fiscalidad: "Bajar impuestos mientras ahora el Gobierno quiere subirlos; suprimir los impuestos que no son justos, como los de doble imposición, los de Patrimonio, el de Donaciones, el de Sucesiones; bajar el Impuesto de Sociedad y el IRPF".

4. La modernización de la Administración

También se propone "actualizar la Administración en plena era digital; hacer que la eficiencia, la meritocracia" sean un "aliciente a una Administración moderna y del siglo XXI en el desempeño laboral" de los servidores públicos. 

5. Libertad en la educación

En el capítulo educativo propone "evitar que el nuevo Gobierno vaya contra la libertad de elección de la educación concertada, intente volver a abrazar el adoctrinamiento educativo o quiera dividir a nuestros hijos por la lengua que emplean en el colegio".

6. La sostenibilidad del Estado del bienestar

Su idea sobre cómo quiere que sea el Estado del bienestar la expuso en estos términos: "Nuestra preocupación por una sanidad y unas pensiones a la altura de las necesidades de nuestra sociedad, pero también sostenibles, justas, con los que ya se retiran, pero garantizadas para los jóvenes que vienen detrás. Una sanidad en la que no quepa la confrontación partidista".

7. Compromiso con las políticas de familia

Una de las prioridades del plan de Casado es adoptar medidas que favorezcan "la familia, la natalidad, de incentivo a la conciliación, de interés contra la despoblación".

8. Cambio climático

Casado resalta la necesidad de tomar posiciones ante "los retos que nos ha traído el siglo XXI, desde el cambio climático a las nuevas formas de energía, pasando por un necesario Pacto Nacional por el Agua".

9. Posición internacional

Tras subrayar el "papel histórico" de España, "nuestra posición en Latinoamérica,

nuestro arbitrio tradicional en el Mediterráneo, nuestra posición como miembro no permanente en la Alianza del Pacífico, nuestra vecindad también con el continente africano...", Casado sostiene que "España tiene que volver a ser el centro de la actuación de la Unión Europea, pero también del Eje Atlántico".

10. La revolución industrial

Su décimo compromiso, con la modernización del país: "Reivindico nuestro liderazgo en la revolución industrial que estamos viviendo. Tenemos que volver a enganchar a nuestros jóvenes, no solo por las nuevas tecnologías, sino por las disrupciones que estamos viviendo, que van a cambiar la sociedad (...) y tenemos que adaptarnos más que nunca como otros países están haciendo".