La consultora germano-danesa Corinna su Zayn-Wittgenstein (CSW) vivió en 2013 un punto de inflexión en su relación con España, con el todavía rey Juan Carlos y con las instituciones españolas, al verse salpicada por el caso Nóos. Corinna se definió ese mismo año como "amiga entrañable" del Rey pero un elemento de grave desconfianza alteraba ya su relación.

Corinna: "¿Por qué no me has defendido en Nóos?’ Y me ha dicho ‘Blood is thicker’"

En la conversación con el comisario Villarejo y el empresario Villalonga, grabada en Londres dos años después, Corinna describe el miedo que llegó a sentir al comprobar que el entonces monarca prefería que apareciera su nombre en el sumario al de la infanta Cristina: "Han dicho: mejor Iñaki y Corinna que Iñaki y Cristina [...] todo esto es muy peligroso. Entonces, en 2013, en mi cabeza había cambiado una cosa porque me daba cuenta de que aquí me van a matar".

Según esta versión, la falta de apoyo del monarca tras su vinculación en el caso Nóos fue uno de los detonantes del distanciamiento entre ambos, pero también de la activación de algunos resortes del Estado para defender la figura de la infanta por encima de la de la empresaria afincada en Mónaco.

El proceso arrancó en abril de 2012, cuando el socio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, presentó en la causa una serie de correos electrónicos que acreditaban el contacto entre el exduque de Palma y la empresaria alemana, entonces vinculada a la Fundación Laureus. Los documentos acreditaban la presencia de CSW en el Valencia Summit 2004, uno de los foros investigados en la causa, y los intentos de la consultora por encontrar un empleo a Urdangarin, por recomendación de Juan Carlos I.

Corinna se sentía víctima de una maniobra urdida desde el entorno de Juan Carlos: "En el asunto de Nóos me ha puesto la propia Casa Real. Han dicho 'Mejor Iñaki y Corinna y que Iñaki y Cristina'. Esa ha sido la idea y el resultado: que yo tenía que defenderme públicamente porque legalmente en España, para mi, estoy imputada e implicada en el caso. [...] Al rey (Juan Carlos I) le he dicho 17 veces que sus abogados se reunieran con los míos off the record para ver cómo ellos explican las cosas sin que yo tuviera que decir nada. No lo han hecho. Punto y final".

Sin tener que declarar

Finalmente, la consultora de origen alemán no tuvo que declarar en el caso Nóos. El juez instructor de la causa, José Castro, consideró en diciembre de 2013 que los documentos presentados por Diego Torres no acreditaban de forma suficiente la vinculación de CSW con el caso, que ha terminado con el exduque de Palma en prisión. Castro se negó a la petición del socio de Urdangarín para que la empresaria prestara declaración y consideró que "por el sólo hecho de que se la mencione en determinados documentos cuyo interés para la causa no se advierte" no debía comparecer en el caso.

Pero ella se sintió abandonada a su suerte por su "amigo entrañable". En la conversación grabada dos años después lo explica: "Le he pedido (sic) al rey ¿por qué has hecho esto?" explica la empresaria. "Me dice 'blood is thicker' (la sangre es más densa)". "Está siguiendo el criterio de la sangre", explica otro de los intervinientes en la conversación.

"Entonces, una vez que ves eso, yo también soy madre de dos hijos, que están preparados para matarme para salvar a su hija, entiendes que eso es muy peligroso. Todo eso es muy peligroso. Entonces, en 2013, en mi cabeza ha cambiado una cosa, porque me he dado cuenta de que aquí me van a matar".