Voz tranquila que oculta un desgarro descorazonador: "Seguimos igual de desesperados que el primer día", sostiene Isidro Molina, padre de Paco. Su dolor se prolonga desde hace tres años, el tiempo que no tiene noticias de su hijo Paco, 16 años cuando se le perdió el rastro. Los indicios apuntan a que el chico se montó en un autobús en su Córdoba natal rumbo a Madrid. Nunca más se supo de él. Los investigadores no han logrado -por el momento- resolver el misterio de una desaparición en extrañas circunstancias y la Guardia Civil pide ahora colaboración ciudadana para encontrar cualquier pista: "Entre todos lo encontraremos".

Isidro Molina no asume la ausencia de su hijo: "No acabas de hacerte a la idea". Recordemos la historia del chico. Paco cursaba 4º de la E.S.O. en el instituto Alhaken II. El 2 de julio de 2015 -este lunes se cumplieron tres años- desapareció sin dejar rastro. Se fue con unos amigos a un parque, los Jardines de la Agricultura, al que popularmente se conoce como los jardines de los patos. Con los 4 euros que llevaba en el bolsillo compró unas patatas y un refresco.

A las 22.30 de la noche escribió a su padre, a ver si podía ir a dormir a casa de un amigo y jugar con la videoconsola. "No os acostéis tarde", accedió Isidro sin saber que esa sería la última vez que hablaría con su hijo. En realidad, Paco se había despedido de sus amigos en el parque y dijo que había quedado en el centro de la ciudad.

Paco Molina

Al día siguiente, los padres de Paco, Isidro y Rosa, denunciaron la desaparición. La última noticia llegó desde la estación de autobuses de Córdoba. Un chófer dijo haber visto a Paco subir a su vehículo rumbo a Madrid. "Nos dio detalles que sólo podía saber si lo vio -recuerda Isidro en conversación con este diario-, como que iba con las mejillas coloradas, algo que sólo le pasa con el calor".

Los padres de Paco, como ya contó EL ESPAÑOL, creen que alguien le engañó "ofreciéndole algo".

Las pesquisas

Isidro y Rosa han exprimido sus recuerdos tratando de encontrar algún indicio, alguna conversación en los días antes de la desaparición que les pueda aportar alguna clave. "Quiero estudiar italiano", recuerdan que les dijo Paco pocos días antes de que se le perdiera el rastro. Los padres, con ese comentario, se aferran a la posibilidad de que su hijo se encuentre en Italia. La alerta se ha extendido hasta el país mediterráneo y algunos testigos han enviado fotos de algunos jóvenes que bien podrían ser Paco, pero todas ellas han resultado ser pistas falsas.

Paco se fue con sus amigos y sus padres no volvieron a verle.

Lo cierto es que las pesquisas se sostienen sobre el alambre. Parece que el camino de Paco se esfuma sin conducir a ningún puerto. "Hay un par de líneas, pero...". Isidro encuentra fuerzas de flaqueza para hablar de su hijo en unas fechas que son especialmente complejas. "Nos acordamos todos los días, en todo momento, de nuestro Paco; pero es todavía más difícil en fechas como esta, en la que justo se cumplen tres años", sostiene.

Tres años de investigación en los que no se ha podido determinar dónde está Paco. Córdoba ha sido testigo de incontables concentraciones en recuerdo del chico, que ahora tendría 19 años. Cualquier indicio puede ser crucial en estos casos. Por eso, la Guardia Civil pidió colaboración ciudadana: "Si lo ves, llama al 062 o al 112".

Noticias relacionadas