El episodio sucedió durante la madrugada del 15 de febrero de 2017, mientras los agentes del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Alicante investigaban la existencia de una presunta trama mafiosa entre la plantilla de sus compañeros en el puesto de Torrevieja. Ya entonces, el Juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja había decretado la intervención telefónica de varios agentes de la zona, y sobre todo de uno de ellos, principal investigado. 

Fue así como los agentes detectaron que aquella noche, un ciudadano se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Torrevieja para denunciar que cuatro agentes le habían parado junto a su acompañante en un control, y mientras le cacheaban en la calle, le había robado 400 euros y dos cupones de la Once de dentro del coche. Además, los agentes se llevaron una pequeña cantidad de hachís que les encontraron, sin que les dieran el acta de intervención pertinente. Es decir: no quedó rastro documental de que presuntamente se llevaron la droga.

Según el sumario del caso, los cuatro agentes que presuntamente participaron estaban destinados en el cuartel de una localidad cercana, llamada Pilar de la Horadada. Uno de ellos era, además, el principal sospechoso por vender sus servicios de protección a narcotraficantes a cambio de dinero y drogas.

Una denuncia demorada

Según refleja la investigación judicial, los agentes de Torrevieja que tomaron declaración a la víctima, en lugar de cursar la denuncia de forma oficial, retrasaron su admisión en el sistema para dar tiempo a la llegada de los agentes denunciados. El objetivo era intentar convencer al afectado para que finalmente no presentara reclamación alguna. 

Las pesquisas de la Guardia Civil reflejan que puede no ser "la primera vez" que uno de los agentes se queda con dinero de ciudadanos y que finalmente, la denuncia fue retocada sin consentimiento del declarante, lo que podría suponer un delito de falsedad en documento público. Los informes de la operación Sakura explican que "de todo esto" fue informado, y por lo tanto tendría conocimiento de las irregularidades, el teniente coronel jefe de la compañía. La siguiente conversación fue registrada a las 2:04:

Cabo S.- ¿Compañero?

Cabo F.- Sí, soy F.

Cabo S.- Hola ¿qué tal? Soy el cabo S. de aquí del Pilar (de la Horadada).

Cabo F.- Ah, ¿qué tal? Oye mira, escucha, habñeis hecho un puntico por aquí, en la zona de Punta Prima ¿no?

Cabo S.- Sí. Ahí en la Nacional. 

Cabo F. Vale. Habéis parado a un pavo, alto. Así moreno y uno gordete...

Cabo S.- Sí. 

Cabo F.- Vale, pues estos dos se me han presentado aquí, diciendo que le habéis sustraído 400 euros de la cartera ¿sabes?

Cabo S.- No me jodas.

Cabo F.- Que les habéis cacheado, que los habéis puesto ahí contra la pared, que les habéis encontrado una china de chocolate, no se qué, y no les habéis dado...

Cabo S.- Sí sí. Llevaban marihuana

Cabo F.- Pues no les habéis dado acta y que cuando echa mano de la cartera, que faltan 400 euros, y está el tío aquí encabezonado que quiere denunciar, y quiere denunciar, y quiere denunciar. 

Cambios en la documentación

Al día siguiente, las intervenciones telefónicas reflejan la voluntad de los agentes de introducir de forma oficial que en la intervención se localiza una "bolsa de drogas" que según incluyen en el acta, los ocupantes del vehículo tiraron por la ventana antes de ser detenidos. Es entonces cuando los agentes intervienen una nueva conversación, esta vez entre dos de los agentes denunciados:

C.E.- Oye, escucha una cosa, ¿ tú sabes algo de eso?, ¿te han llamado o no?.

M.S.- No tío, no me han llamado. Hombre vi, el "Ininteligible" (parece ser que dice "NILS"), que revisó el tema yu modificó algunas cosillas.

C.E.- Sí, la hizo sobre la que teníamos nosotros hecha, porque B. cuando yo tenía hecha la actuación, dice ... voy a modificar dos cosas. Creo que se puso a modificar cosas y empezó a borrar y a poner cosas y él me dijo que iba a coger dos cosas y entonces yo cuando la hizo digo ¿Ya la has puesto? Dice... Sí. He puesto esto. Vale. Total que cuando dijo he puesto esto, ya no la vi, y había quitado cosas que no había que quitar, el tonto. Entonces estaba mal hecha. 

M.S.- Eso hay que hacerlo, pues tú redactas de puta madre y yo a tu lado

C.E.- No, si la cosa es que cuando pasa esto, uno solo se va al ordenador y lo hace.

M.S.- Ahí está. Y el resto (ininteligible) porque eso es complicado tío, a las cinco de la mañana. Yo ahí me quería morir tío. O sea, veo el ordenador y no podía ni leer.

C.E.- Pues total, que estaba mal hecha, y Nils la ha hecho bien y entonces Nils la ha entregado.