La reunión de Carles Puigdemont con diputados de su grupo, Junts per Catalunya, que se ha celebrado este sábado en Berlín, ha concluido con la decisión de intentar una vez más reelegir al expresident para un nuevo mandato al frente de la Generalitat, aunque sea a distancia. 

El portavoz de JxCat, Eduard Pujol, ha informado de que su grupo no desiste y propondrá de nuevo a Puigdemont para ser investido "antes del 14 de mayo, con fecha máxima el 14 de mayo", ocho días antes de que venza el plazo máximo para elegir presidente, que acaba el 22 de mayo. Si ese día no hay nuevo inquilino del Palau de la Generalitat, Cataluña volverá a las urnas.

Con la investidura se abrirá "una ventana de oportunidad al diálogo y que el Estado deje de perseverar en el error", según él. Antes, el grupo de Puigdemont pretende impulsar un "comisionado para superar el 155" y estudiar sus efectos en el Parlament. 

La ley de presidencia

Junts per Catalunya pretende reelegir a Puigdemont a través de la reforma de la Ley de Presidencia aprobada por el Parlament este viernes para permitir investiduras de candidatos que no se encuentren en el hemiciclo, como sería el caso del expresident, en Alemania a la espera de conocer si es entregado a la Justicia española.

Sin embargo, esa decisión de la cámara autonómica podría ser suspendida muy pronto, ya que el Gobierno ha anunciado que interpondrá un recurso ante el Tribunal Constitucional. En este momento, el Ejecutivo está a la espera de un dictamen preceptivo del Consejo de Estado, que podría llegar a comienzos de semana, para reunir al Consejo de Ministros y remitir al Constitucional su decisión final.

Se espera que el alto tribunal admita a trámite con rapidez el recurso del Gobierno. En ese momento, la reforma de la Ley de Presidencia de la Generalitat quedaría inmediatamente suspendida, con lo que Puigdemont no podría ser investido. 

Junts per Catalunya pretende reelegir a Puigdemont a través de la reforma de la Ley de Presidencia aprobada por el Parlament este viernes para permitir investiduras de candidatos que no se encuentren en el hemiciclo, como sería el caso del expresident, prófugo de la Justicia española y que se encuentra en Alemania a la espera de conocer si es entregado a la Justicia española.

Un anuncio de corto alcance

Sin embargo, esa ley de la cámara autonómica podría ser suspendida cautelarmente muy pronto, ya que el Gobierno ha anunciado que interpondrá un recurso ante el Tribunal Constitucional. En este momento, el Ejecutivo está a la espera de un dictamen preceptivo del Consejo de Estado, que podría llegar a comienzos de semana, para reunir al Consejo de Ministros y presentar en el Constitucional la impugnación de la norma catalana.

El Ejecutivo confía en que, como ha sucedido con anteriores recursos, el TC admita a trámite con rapidez la impugnación. En ese momento, y por imperativo legal, la reforma de la Ley de Presidencia de la Generalitat quedaría inmediatamente suspendida, con lo que Puigdemont no podría ser investido.

Eso dejaría a las fuerzas independentistas en una situación delicada, ya que dispondrían de muy pocos días para decidir si eligen a un candidato conforme a la ley o agotan el plazo de dos meses desde la primera votación (la de Jordi Turull, en marzo) que llevaría a Cataluña a repetir las elecciones del pasado 21 de diciembre. Se celebrarían a mediados de julio. 

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