No vuelve sino que ella siempre ha estado allí. Es Elsa Artadi, portavoz de Junts per Catalunya, jefa de la campaña electoral que dio la vuelta a las encuestas y se impuso a una ERC desdibujada gracias a un solo reclamo: Carles Puigdemont.

Ahora, tras meses de pulso al Estado con candidatos a la investidura inviables, la que fuese artífice de La Grossa, el Gordo de la lotería catalana, recibe ya apoyos de destacados referentes para llevarse un premio a la fidelidad a Puigdemont que puede hacer caer en el olvido al expresident: sucederle como la primera presidenta de la Generalitat de Cataluña. 

Este miércoles recibió dos apoyos importantes: el de Pere Aragonés, hombre fuerte de ERC tras el encarcelamiento de Oriol Junqueras y la huida a Suiza de Marta Rovira, y el del número dos de Junts per Catalunya por Barcelona y expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez. 

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"Si la propuesta es Elsa Artadi, para nosotros no habrá ningún problema", dijo Aragonés en una entrevista en Catalunya Radio. "Hay una buena relación, es una persona con gran capacidad de trabajo, tiene muchas cualidades", según Aragonés, para el que la investidura del nuevo presidente de la Generalitat "evidentemente puede ser una cuestión de días".

El plazo concluye el día 22. Si para entonces los partidos independentistas no se han puesto de acuerdo sobre un candidato, las elecciones se repetirían. Se celebrarían a mediados de julio. 

A JxCat le trae sin cuidado ERC

En el grupo parlamentario de JxCat, sin embargo, trae sin cuidado lo que pueda decir ERC o su líder, a pesar de estar encarcelado desde el 2 de noviembre. Esta semana, Junqueras pidió en otra entrevista un Govern ya y evitar la tentación de saltarse la ley invistiendo a Puigdemont o forzar elecciones.

"Junqueras puede decir lo que quiera, lo hace o bien por su situación personal o por estrategia de partido", explican desde JxCat, donde se da por hecho que unas nuevas elecciones perjudicarían a los republicanos más que a Puigdemont. 

Por ese motivo, las palabras de Jordi Sànchez cobran un mayor valor. "Unas nuevas elecciones no nos aportarán nada de nuevo que ahora no disponemos ni podamos hacer", dijo el expresidente de la ANC en una entrevista con la Agencia Catalana de Noticias

La frase sobre la posible candidata fue inequívoca. "Artadi es una mujer suficientemente capacitada y le auguro un largo recorrido político, sea o no sea ahora aspirando a la presidencia. Ella sabe que tiene todo mi apoyo".

El relato del independentismo cambia, pero Puigdemont permanece callado. Y todas las voces coinciden en que su opinión es capital, por su proyección, simbolismo y los diputados leales que harán lo que decida.

El calendario

El calendario se va aclarando: este jueves y viernes, el Parlament debatirá y votará una reforma de la Ley de Presidencia encaminada a investir a Puigdemont a distancia, pero el movimiento tiene poco recorrido. La modificación legal ha sido ya descartada por el Consell de Garanties Estatutàries, un órgano consultivo de la Generalitat, y el Gobierno ha anunciado que recurrirá inmediatamente al Tribunal Constitucional para congelarla. 

En cualquier caso, servirá para que el independentismo explique de nuevo a sus bases la falta de autonomía del Parlament culpando a Mariano Rajoy y las instituciones del Estado. En las decisiones desde el 21-D, como proponer hasta tres candidatos inviables, ha pesado la necesidad de reafirmar que el independentismo va en serio y si no puede llegar más allá es por culpa del Estado. Este sería, en ese sentido, el último gesto antes de imponer el siguiente relato: el de que se ha hecho todo lo que se podía y que hay que cambiar de estrategia. 

El sábado, Puigdemont se reune con el grupo parlamentario de Junts per Catalunya en Berlín. Ahí podría tomarse y anunciarse la decisión de proponer a un nuevo candidato a la investidura. Esta vez sí, el definitivo. Pero todo depende de Puigdemont, que podría caer en el olvido, aunque el independentismo lo siga reivindicando, en cuanto la Generalitat vuelva a funcionar y otros políticos ocupen su vacío.