Revista oficial de la Guardia Civil sólo hay una. Y se llama precisamente así, Guardia Civil. Así que todas las llamadas que reciba en nombre de una publicación del Instituto Armado son fraudulentas. No son pocos los empresarios (generalmente, pequeños) que por buena fe ceden ante esta solicitud, ingresando un dinero que nunca llega a las arcas de la Benemérita.

Portada de la verdadera revista editada por la Guardia Civil.

La Guardia Civil detectó este fraude hace años, que hoy sigue perpetuado. En el registro constan varias revistas que llevan referencias al Cuerpo, ya sea en el título o en el logotipo. La mayoría de ellas están autorizadas por el Ministerio del Interior. 

El procedimiento es el siguiente: alguien llama en nombre de la revista de la Guardia Civil con afirmaciones que dan lugar a equívocos, dando a entender que hablan en nombre de la publicación oficial. Las personas a las que telefonean son, por lo general, pequeños empresarios a los que se les pide dinero, bien para comprar un espacio publicitario, bien para destinarlo a supuestos fines benéficos. Así lo detalló el Instituto Armado en un comunicado difundido por sus redes sociales:

"La publicidad fraudulenta en revistas de temática relacionada con la Guardia Civil, creada en muchos casos con la única finalidad de insertar anuncios, es un problema ya de muchos años que afecta a gran cantidad de personas de buena fe que, creyendo hacer un bien para colegios de huérfanos, hermandades, mutuas, fundaciones, etc-, y debidamente manipuladas por publicistas, contratan la inserción de anuncios creyendo que con ello ayudan a la Guardia Civil".

Mensaje difundido por la Guardia Civil sobre esta actividad fraudulenta.

"Con tono amenazante"

El tono es apremiante. Los empresarios que han sufrido este fraude hablan de conversaciones (puesto que son sucesivas en un corto periodo de tiempo) que rozan lo "amenazante". El supuesto comercial de la revista de la Guardia Civil utiliza entre sus argumentos que el empresario ya firmó un precontrato verbal en charlas anteriores, y que les denunciarán si no pagan la cantidad exigida.

En la Guardia Civil ya tienen constancia de este tono amenazante: "En ocasiones se han empleado métodos agresivos y poco ortodoxos para captar anuncios de publicidad, actitud que no se corresponde con nuestra forma de proceder".

Desde las diferentes asociaciones relacionadas con la Guardia Civil -algunas de ellas cuentan con su propia revista- también alertan de estas prácticas.

"Las llamadas se realizan desde diferentes números de teléfono fijos o móviles por parte de comerciales que se sirven del nombre de la Guardia Civil para tratar de obtener subvenciones en publicidad", advierte la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC).

"La revista de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) no se financia pidiendo dinero a ningún negocio. Si recibes una llamada preguntándote si quieres participar a cambio de un espacio publicitario, ¡no piques!", apunta esta otra entidad.

Por eso, en el Instituto Armado tienen claro el consejo para los empresarios que sufran este tipo de fraude: nunca pagar a ningún comercial que se autodenomine miembro del Cuerpo y "denunciarlo en el cuartel más cercano".

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